El presidente Nicolás Maduro y una delegación de la oposición acudieron este martes a una «reunión preparatoria» negociada por cancilleres de la Unasur con miras a entablar un diálogo que ponga fin a dos meses de protestas con saldo de 39 muertos.
Maduro llegó a la cancillería, sede del encuentro, acompañado de sus principales colaboradores, mientras que la delegación de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) estuvo encabezada por su secretario ejecuctivo, Ramón Guillermo Aveledo, y Henri Falcón, gobernador del estado de Lara.
Este encuentro fue negociado por una comisión de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) que realiza una segunda visita a Venezuela en menos de un mes para desempeñar un papel de «acompañante» en un eventual diálogo entre oposición y gobierno.
«Este no es el inicio del diálogo, esta es una reunión exploratoria en la cual venimos a ver por invitación de los cancilleres sudamericanos si hay condiciones para que el diálogo se produzca», dijo a la prensa Aveledo a su llegada a la cancillería.
«Vamos a conversar acerca de la agenda que hemos planteado, de la agenda que plantea el gobierno nacional, vamos a hablar acerca del tercero de buena fe, que debe ser mutuamente convenido. Vamos a hablar, si esas condiciones están dadas, de posibles fechas, lugares y horas para la reunión», añadió el opositor.
Esta «reunión preparatoria» fue anunciada horas antes por el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, quien se mostró optimista de que en el encuentro se establezcan «los puntos de la agenda de discusión y la metodología en la que desarrollarán las conversaciones».
En Washington, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, expresó ante el comité de Asuntos Exteriores del Senado su respaldo al trabajo de acompañamiento de la Unasur en Venezuela. «Apoyamos mucho los esfuerzos de mediación de un tercero dirigidos a tratar de parar la violencia y ver si se logra un diálogo honesto» entre oposición y gobierno, dijo Kerry.
El lunes, Maduro anunció que aceptaba el encuentro con la oposición tras una propuesta de la Unasur, que estuvo reunida varias horas la víspera con la MUD.
La MUD había señalado que para darse un diálogo debe ser en condiciones de igualdad, transmitido en radio y televisión en cadena nacional y en presencia de una tercera parte de «buena fe».
El testigo de buena fe que han evocado ambas partes es un representante de El Vaticano, específicamente el secretario de Estado de la santa sede y exnuncio en Venezuela, Pietro Parolin.
Maduro lanzó un diálogo nacional a finales de febrero, pero la MUD ha rechazado participar por considerar que no ofrece condiciones de igualdad.
Agenda en discusión
Como puntos de la agenda de un eventual diálogo, la MUD estableció como prioridad la discusión de una ley de amnistía para poner en libertad a más de un centenar de detenidos y la creación de una comisión de la verdad que esclarezca los hechos violentos en las manifestaciones.
En medio de las protestas han sido detenidos y destituidos dos alcaldes opositores, asi como Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular.
La MUD también demanda el desarme bajo supervisión internacional de los denominados colectivos, civiles armados que según la oposición están vinculados al gobierno.
Sobre las posibilidades de éxito de un posible encuentro, el politólogo José Vicente Carraquero dijo a la AFP que «la agenda de la oposición es muy cuesta arriba» porque implica que el gobierno «debería aceptar que en Venezuela hay presos políticos y que hay represión».
«No creo que el gobierno acepte esas condiciones», comentó el catedrático de la Universidad Simón Bolívar.
Maduro, ha dicho estar dispuesto a un diálogo sin condiciones previas, porque «no se le ponen condiciones al Jefe de Estado».
Como prioridades para el diálogo propondrá retomar la lucha contra la criminalidad y el impulso a un plan de inversiones y desarrollo económico.
AFP