El manager de los Dodgers manifestó estar preocupado por su talentoso pelotero cubano, quien es cuidado por guardaespladas para preservar su seguridad
Desde que llegó a los Dodgers de Los Angeles el pasado junio, el jardinero cubano Yasiel Puig ha representado un reto para esa organización y en especial para el manager Don Mattingly, por los problemas ajenos al béisbol que han llegado junto con su gran talento.
Las recientes informaciones sobre cómo Puig escapó de Cuba y su eventual fuga ligada a un peligroso grupo de narcotraficantes y delincuentes de poca monta, preocupan sobremanera a Mattingly.
«Si usted se preocupa por Yasiel, te preocupas por lo que está pasando», dijo Mattingly a la cadena ESPN este viernes. «Hay algunas cosas graves que tiene que tratar. Creo que usted tiene que preocuparse por ello si usted se preocupa por él como persona. Usted se preocupa por lo que está pasando».
Amenazado de muerte
De acuerdo con dos informes, un del diario Los Angeles Times y otro de ESPN The Magazine, Puig ha recibido amenazas de muerte por parte de los traficantes de personas que orquestaron su deserción de Cuba hacia México en 2012.
Mattingly dijo que leyó el primero de esos artículos el miércoles y por lo que ha adquirido una visión más matizada de su talentoso jardinero.
La dirigencia de los Dodgers ha declinado hacer comentarios sobre el tema, pero al parecer algo supo de toda esta novela, cuando contrató a un equipo de seguridad que ha estado viajando a tiempo completo con los Dodgers desde mediados de junio de la temporada pasada, apenas unos días después de que Puig fuera subido desde la Doble A de Chattanooga.
Evasión de película
Puig se ha negado hasta ahora a hablar de su viaje desde Cuba, y su agente hizo pública una declaración en nombre del jugador el miércoles en la que afirmó que el pelotero no haría más comentarios.
«Estoy representado en este asunto, y yo sólo estoy centrado en ser un compañero de equipo productivo y ayudar a los Dodgers a ganar partidos», según el comunicado.
Según los informes, Puig fue retenido contra su voluntad en una isla frente a la costa de México hasta que un equipo comando, contratado por el empresario de Miami que orquestó su fuga, realizó una exitosa incursión de madrugada para liberarlo de sus captores y llevarlo a Ciudad de México.
Poco después se le concedió la residencia por el gobierno mexicano y firmó con los Dodgers por 42 millones de dólares. Según reportes de prensa, Puig debió pagar el 20% del valor de su contrato al grupo de Florida que lo llevó a los Estados Unidos.
«Si es verdad, es una historia salvaje», dijo Mattingly. «Estoy seguro de que es como todos los otros chicos que salen de allí también. Apuesto a que Yasiel no es diferente que cualquier otro que se haya ido de Cuba».
AP