El gobierno no tiene voluntad política de corregir, sino de mantenerse en el poder a costa de lo que sea
Ramón Flores / Twitter: @liderhumano
El país se encuentra en una encrucijada; sin lugar a dudas que hay crisis económica, política, social y moral. El colapso de los servicios públicos, los anaqueles vacíos, represión y violación de los derechos humanos como nunca, con un saldo de 41 muertos, más de 2000 libertades restringidas, torturados, heridos y más de 100 privados de libertad; sin embargo, para el gobierno esto no significa nada, los estudiantes siguen protestando y continúan los infiltrados asalariados.
Dialogo de puertas cerradas, es muy sospechoso, de esta manera no se avanza, con unos veedores como UNASUR (un club de amigos) y un representante de la iglesia, pocas son las posibilidades de llegar acuerdos. Además, el no reconocer los líderes estudiantiles, el no otorgar una amnistía y libertad a los presos políticos como Leopoldo López, Iván Simonovis, Daniel Ceballos, Enzo Scarano y jóvenes estudiantiles, y no reconocer la grave crisis del país y decir que este avanza cabría preguntarnos ¿hacia dónde vamos? sencillamente directo a un despeñadero.
Sin duda alguna, como decía el dirigente de Voluntad Popular Freddy Guevara, entramos en un círculo vicioso, el gobierno manipula, dizque nos reivindica con un monologo a puertas cerradas, sesgando la información con hegemonía comunicacional y perdona vidas.
El gobierno no tiene voluntad política de corregir, sino de mantenerse en el poder a costa de lo que sea.
Venezuela en la legislación interna, el Estado-gobierno, tiene el monopolio con el secuestro de los poderes públicos; sin embargo, si hay instancias internacionales ante las cuales acudir por las grandes violaciones de derechos humanos, verbigracia la ONU, la Haya, la Corte Penal Internacional que sancionan los delitos de lesa humanidad contra los funcionarios que cometan los delitos más abominables. Así lo estipula el estatuto de Roma, firmado y ratificado por el ex presidente Rafael Caldera y ratificado por Hugo Chávez en el año 2000.
No queremos ni necesitamos dádivas ni regalos del gobierno, queremos todos los derechos para todos nuestros ciudadanos, una mejor Venezuela donde la prosperidad, la dignidad y el derecho a la vida sea el estandarte. Es necesario que se abra el camino hacia la transición democrática.
La lucha continúa, la protesta es un derecho constitucional y universal. ¡Ejerzámoslo!
* Presidente del Comité DDHH de la FIA