Por iniciativa del Ministerio de Cultura y para promover la obra del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, las bibliotecas públicas y colegios de Colombia tienen previsto este miércoles una jornada de «Gabolectura», leer en voz alta piezas del fallecido escritor.
El ministerio venía trabajando desde inicios de año en la jornada para conmemorar el Día del Idioma, instituido aquí en 1938 y que se celebra el 23 de abril, con la idea de que distintas personas en las 1.403 bibliotecas que forman parte de su red nacional leyeran de principio a fin en voz alta y por turnos «El coronel no tiene quien le escriba».
Pero «con la triste noticia de la muerte del Nobel, esa actividad cobra más trascendencia… y se han sumado los colegios» públicos, dijo esta semana en una entrevista con The Associated Press la ministra de Cultura Mariana Garcés.
En Bogotá, la jornada de «Gabolectura» abrió a las 9 a.m con el presidente Juan Manuel Santos en la sede de la Biblioteca Nacional leyendo las primeras páginas del libro. Lo siguieron la primera dama María Clemencia Rodríguez de Santos, la ministra Garcés y luego la directora de la Biblioteca Nacional Consuelo Gaitán.
Podrán seguir otros ministros, escritores y personalidades como Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo fundada por García Márquez en 1994. Se espera que la lectura se extienda por cuatro horas hasta terminar el libro completo, según funcionarios del ministerio y de la Biblioteca Nacional.
El ministerio distribuyó 12.000 ejemplares de «El coronel no tiene quien le escriba», obra que fue escogida, dijo Garcés, porque es una pieza «muy importante en la obra de Gabo» y porque «llega a todos los públicos. Creemos que la lectura del coronel pueden participar los jóvenes, los adultos, todo el mundo sin mayor problema».
En los 710 colegios públicos de Bogotá la Secretaría de Educación ha dado libertad de hora y libro de García Márquez para leer en la jornada, explicó Oscar Sánchez, el secretario de Educación capitalino.
El escritor colombiano, quien ganó el Nobel de Literatura en 1982, falleció en su residencia de Ciudad de México el 17 de abril.