Ya no se trata de sorpresa, como pudieron calificarse los primeros triunfos de Atlanta y Memphis sobre Indiana y Oklahoma, dado que se trataba de octavo contra primero y séptimo contra segundo. Ya toma cuerpo la posibilidad de un resultado contrario a pronósticos basados en el desempeño durante la larga carrera de 82 partidos. Y también se incrementa la angustia en planteles que no encuentran respuesta a la insurgencia.
Otra cosa sucede con Los Angeles Clippers, que recuperan la ventaja de campo al poner 2-1 su serie con Golden State Warriors, aunque cerradamente (98-96) luego de tener clara ventaja y en este caso en plan de visitante.
Son series, por supuesto, todavía remontables. Sin embargo, va mostrándose una realidad que sobrepasa los méritos acumulados: hay argumentos de carácter técnico-táctico que nivelan el nivel de los planteles y que, con mejor ejecución, amenazan darle vuelta a todas las consideraciones “lógicas”, con el consiguiente beneficio para la competitividad y el aumento esa incertidumbre por los resultados que son la sal del espectáculo deportivo.
“Defensa y tiros a distancia”, parece ser consigna de los Hawks, que en el supuesto lapso de mayor empuje de los Pacers metieron 10 lanzamientos a distancia para abrir un marcador que, a la hora del intermedio, era para cualquiera de los dos, 39-38. Con aprovechamiento superior en 24 puntos por triples y 14 por libres, pusieron distancia final de 98-85 que avala sus posibilidades y devela, nuevamente, que parecen idos aquellos meses del rendimiento colectivo generador de elogios para el campeón del Este.
Jeff Tague, 22 puntos y acertada conducción plasmada en 10 asistencias, el triplista Kyle Korver con 20, encabezaron la puntuación de Atlanta, mientras su defensa dejaba a Indiana en magros porcentajes de cancha de 37 y 26. Stephenson dobló, 21-13, y Scola salió del banco para meter 17, pero Hibbert se fue de 9-2 y sin un bloqueo, George en 12 puntos complicado por faltas.
Los Grizzlies, está visto, le han tomado la medida a los Thunder. Una severa marcación (39 y 17 de cancha para un equipo que en 82 partidos solo estuvo nueve veces por debajo de 40%, es revelador). Fueron a tiempo extra porque, aun fallando mucho, Durant, Westbrook e Ibaka impulsaron una reacción que descontó 17 puntos, pero luego de 3 puntos del primero en el extra, volvió a demostrarse que necesitan otras variantes, pues una defensa que encabezó otra vez Tony Allen (quien, además de los arrebatones y su asfixiante marca metió 16) impuso el esquema de Memphis. Udrih apoyó a un excelente Conley (20) en el juego exterior, Randolph y Gasol mandaron en la pintura y fue notoria la superioridad, que amenaza con cambiar la serie.
Durant marcó 30, pero solo anotó 10 de 27 tiros, con 9-0 a distancia, y Westbrook otros 20 (9 de 26) y Jackson tuvo de 9-2. La eficiencia defensiva del rival va generando más descontrol y la ventaja de 2-1 en la serie está avalada por el mejor desempeño global.
Griffin sigue dominando la serie con los Warriors, que parecen tener grandes problemas con la ausencia del lesionado Bogut. “Mr. Mate” lleva 83 puntos en 91 minutos en la serie y ahora metió 32, mientras DeAndre Jordan bajaba 22 rebotes (11 puntos) y un disminuido Paul metia 15 con 10 asistencias, entre 6 con doble dígito. Los Clippers llegaron a tomar ventaja de 17 puntos, pero entre errores y empuje del local se vieron a vapores al final ganando por solo 2, 98-96, pues Curry falló un triple a pocos segundos del final. Thompson lideró a Golden State con 26 y Curry dobló, 15-16.
El resultado para los angelinos fue tomar ventaja 2-1 y recuperar la ventaja de campo perdida en el primer encuentro, asentándose como el único favorito solvente.
Armando Naranjo
@DonArmandoN