Trabajadores de distintos gremios junto a la sociedad civil, marcharon desde la avenida Delicias con 5 de Julio hasta La Plaza República en Maracaibo para exigir un aumento salarial superior al 50 por ciento, la libertad de estudiantes, presos políticos y la no implementación del modelo de educación cubana en la nación. Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia (PJ) en el Zulia, manifestó que el reciente incremento salarial “es un aumento de hambre porque no refleja la realidad del país”.
Guanipa aseveró que el Gobierno es el colmo del cinismo; argumentando que aunque se declare obrerista, durante los últimos 15 años se ha dedicado a agredir a los trabajadores.
“Éste es un Gobierno que no se sienta a discutir con los trabajadores, no le interesa la firma de los contratos colectivos ni las reivindicaciones laborales y cree que darle un caramelito a la gente es una solución. El 30 por ciento de incremento salarial es un caramelito en una Venezuela donde la inflación del año pasado fue del 60 por ciento. Este aumento ya se lo comió la inflación y la realidad es que no hay en el Gobierno la intención de cambiar el sistema económico, que es lo que está haciendo daño a este país”.
El líder justiciero aseguró que lo ideal para Venezuela sería disminuir la inflación a su mínima expresión, como en otros países. Según detalló, ante una inflación cero no se necesitaría incrementar el salario y la gente tendría la posibilidad de adquirir lo necesario parar vivir.
“Hay que generar confianza, abrir el país para la inversión nacional y extranjera, lograr que en Venezuela se produzca lo que se consume y no ir a los puertos a importar para beneficiar a los trabajadores de otros países. Si el Gobierno no entiende eso, este país va a estallar”.
Guanipa afirmó que cuando el Gobierno asegura haber incrementado el salario 26 veces en 15 años, se pregunta “¿Qué se compraba con un sueldo mínimo en 1999 y qué se compra en el 2014?” A su juicio, lo que nominalmente representaba menos en el año 1999, realmente era más; “esa es la diferencia que el Gobierno no quiere asumir”, acotó.