«¡Los rusos no abandonarán a los suyos!», entonaban los hombres mientras rompían ventanas y forzaban la puerta de la sede policial, en la que varios de sus compañeros permanecían retenidos desde el caos vivido el viernes
Cientos de activistas prorrusos atacaron el domingo una comisaría de policía en la ciudad portuaria de Odessa, en el sur de Ucrania, y liberaron a 30 activistas, mientras el primer ministro ucraniano culpó a la corrupción policial de las decenas de muertes en los enfrentamientos del viernes.
«¡Los rusos no abandonarán a los suyos!», entonaban los hombres mientras rompían ventanas y forzaban la puerta de la comisaría, en la que varios de sus compañeros permanecían retenidos desde el caos vivido el viernes. Otros entonaban «¡Rusia! Rusia!» y «¡No perdonaremos!»
La policía de Odessa dijo que 30 activistas habían sido liberados.
A algunos policías se les ofreció la cinta negra y naranja, una insignia militar rusa que se ha convertido en un símbolo de las revueltas, y cuando algunos de los agentes la aceptaban los activistas lo festejaban, reseñó la agencia Reuters.
A medida que la rebelión ha ido en aumento, se han planteado dudas sobre la capacidad del Ejército y la policía ucraniana para hacer frente al levantamiento que según Kiev está respaldado por Moscú y liderado sobre el terreno por fuerzas especiales rusas, una acusación que el Kremlin rechaza.
La policía del puerto oriental de Mariupol dijo que insurgentes afines a Moscú habían engañado a los soldados de un puesto de control para que comieran alimentos que contenía una poción para hacerles dormir. Los soldados fueron luego atados junto a sus armas, dando lugar a largas negociaciones para liberarlos.
El primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, en declaraciones en Odessa, acusó a Rusia de instigar los enfrentamientos que llevaron a la muerte de más de 40 activistas prorrusos en un edificio en llamas en esa ciudad.
Pero fue muy crítico con la policía.
«Si el sistema de cumplimiento de la ley en Odessa no hubiera operado exclusivamente en el ‘Mercado del Séptimo Kilómetro’ y hubiera protegido a las personas, estas organizaciones terroristas habrían sido desbaratadas».
El Séptimo Kilómetro es un mercado abierto a las afueras de Odessa, asociado en la conciencia popular con la corrupción y el negocio del mercado negro que ha marcado los 23 años de independencia post-soviética de Ucrania. El primer ministro dijo, además, que se estaban haciendo cambios en la dirección de la policía en Odessa.
Los enfrentamientos del viernes fueron los mas mortales desde que el presidente prorruso, Viktor Yanukovich, fuera obligado a huir del país en febrero y activistas prorrusos iniciaran levantamientos en el este industrial del país.
También marcan los primeros desordenes serios más allá de las áreas del este del país desde la caída de Yanukovich, anunciando posibles problemas para Kiev.
Una guerra civil inmediata en Ucrania y la división de un país del tamaño de Francia tendría graves implicaciones para los países cercanos, incluso para Rusia y los estados de la OTAN que la bordean.