Será tratado igual que los otros colaboradores voluntarios y que irá ayudando a los enfermos «de forma gradual», y siempre acompañado de personal del centro
ROMA. El ex jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi comenzó a trabajar este viernes en un centro especializado en enfermos de Alzheimer cerca de Milán, en cumplimiento de una condena de un año a servicios sociales por fraude fiscal.
Berlusconi, vestido con un traje azul y sin corbata, llegó pasadas las 09H30 de la mañana local en automóvil al Instituto Sagrada Familia de Cesano Boscone, donde entró sin hacer declaraciones a los periodistas.
Un sindicalista disfrazado de payaso, que consiguió entrar pese al importante dispositivo de seguridad, lo recibió al grito de «Berlusconi a la cárcel». «El sueño de los trabajadores italianos es ver a Berlusconi en San Vittore», la cárcel de Milán, agregó antes de ser evacuado por las fuerzas del orden.
El ex Cavaliere fue condenado a cuatro años de prisión -reducidos a uno gracias a una amnistía- el 1 de agosto pasado en el juicio del llamado caso Mediaset por fraude fiscal, que cumple con trabajos en beneficio de la comunidad.
Debido a esta condena, simbólica de la decadencia de Berlusconi, también fue excluido del Senado, con la prohibición de votar y de presentar su candidatura a cargos electos.
Ocuparse medio día por semana de personas aquejadas de demencia senil, algo seguramente difícil de digerir para este hombre de 77 años sumamente preocupado por su imagen, es sólo parte de las condiciones impuestas por el juez.
Estas también incluyen la prohibición de abandonar la región de Milán, aunque puede viajar a Roma del martes de mañana al jueves al anochecer.
La dirección del centro informó de que Berlusconi será tratado igual que los otros colaboradores voluntarios y que irá ayudando a los enfermos «de forma gradual», y siempre acompañado de personal del centro.
Berlusconi volvió a describirse el jueves como una víctima del sistema judicial desde que entró en la vida política, en 1994. «Creo que pronto seré santo por todas las cosas injustas que he tenido que sufrir», dijo.
Los problemas judiciales de Berlusconi no terminan con el fraude fiscal. En junio deberá hacer frente al juicio en apelación por su condena en primera instancia a siete años de cárcel por el caso Rubygate, en el cual fue acusado de prostitución de menor y abuso de poder. Otro juicio por corrupción de senador comenzó en los últimos meses en Nápoles.
Agencias