Luís Guillermo Valera
“Lo único que sabemos es que amaneció tirado al lado del Colegio Una Mano Amiga. Mariche es tierra de nadie, sin ley; estamos a la buena de Díos. Aquí ocurren crímenes horrendos y a nadie parece importarle: nosotros los chóferes tenemos que esquivar los huecos en la calles y los cadáveres que dejan los malandros a su paso”.
Estas fueron las palabras de uno de los conocidos de David Andara, 40 años, conductor de la Asociación Civil Línea Miranda, que presta el servicio en la carretera Petare-Mariche, en el Municipio Sucre de Caracas; asesinado la madrugada de ayer. Deja viuda y huérfanos a un niño de ocho años y otros de uno.
Testimonios de personas cercanas a Andara detallan que salió a las 5 de la mañana para buscar el autobús en el cual prestaba el servicio de transporte público. Cuando, en el kilómetro 16 de la autopista Petare-Mariche, fue interceptado por sujetos antisociales, quienes le propinaron cinco impactos de bala, presuntamente para robarle su moto.
Según habitantes del sector, con este incidente se contabilizan 10 las victimas de la violencia en lo que va de año. No descartan tomar medidas de protesta para obtener respuesta de las autoridades.
“¿Para qué protestar si de todas formas no van a hacernos caso? Más bien, estando callado uno gana más”, dijo una fuente que prefirió mantenerse anónima, “las esperanzas de nosotros se han vuelto nada. Solo podemos encomendarnos a Dios para que nos proteja, porque nadie más lo va a hacer”.
El gremio de conductores que hace vida en la carretera Petare-Mariche denuncia que en los 21 kilómetros en que se extiende su ruta no hay presencia policial alguna. “En una reunión que tuve con el Director de la Policía de Sucre me dijo que con la instauración de los cuadrantes del patrullaje inteligente, la zona de Mariche y la Dolorita ya no le correspondía a ellos”.