La principal forma para derribar el reino de la oscuridad es propagar la luz, la verdad es la Palabra de Dios. Por esto Jesús no nos dijo, «vayan a todo el mundo y aten al diablo», sino que nos dijo, «vayan a todo el mundo y prediquen el evangelio»
Salomón Benshimol R. / sbenshimol@yahoo.com
«Una mentira es una declaración realizada por alguien que tiene la convicción de que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, ocultando siempre la realidad en forma parcial o total. Una cierta oración puede ser una mentira si el interlocutor piensa que es falsa o que oculta parcialmente la verdad. En función de la definición, una mentira puede ser una falsedad genuina o una verdad selectiva, exagerar una verdad o incluso la verdad, si la intención es engañar o causar una acción en contra de los intereses del oyente. Las ficciones, aunque falsas, no se consideran mentiras, mentir es decir una mentira, a las personas que dicen una mentira, especialmente a aquellas que las dicen frecuentemente, se las califica de mentirosas. Mentir implica un engaño intencionado y consciente. Tiene como sinónimos: embuste, bola, calumnia, coba o falacia».
El reino de Satanás se conoce en la Escritura como la «potestad de las tinieblas» (Colosenses 1:13). Por supuesto que la oscuridad representa la ausencia de la verdad, la ausencia de la luz y de la claridad. Cuando uno está en la oscuridad, uno navega bajo la imaginación y con frecuencia termina herido. Lo mismo pasa en el reino de la oscuridad de Satanás. Aquellos que están en él, están caminando por medio de su imaginación, y su imaginación se ha llenado con las mentiras de Satanás.
El reino de la oscuridad se encuentra en el mismo lugar donde está el reino de la luz. Aquellos que creen en la verdad viven en medio de los que creen en las mentiras. Nuestro trabajo principal es proclamar la verdad a la gente que cree en las mentiras. Cuando alguien cree en la verdad, Satanás pierde otro de los suyos, porque ya no lo puede engañar.
Así es como liberamos a los no salvos del poder de Satanás, no «atando» espíritus malvados sino proclamando la verdad. Jesús dijo, «conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Juan 8:32).
Dentro del mismo pasaje de la Escritura en el evangelio de Juan, Jesús le dijo a una audiencia no salva: «Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, pues es mentiroso y padre de mentira. Pero a mí, que digo la verdad no me creéis» (Juan 8:44-45).
Note el contraste que Jesús hace entre Él y el diablo. Él habla la verdad, Satanás es el gran mentiroso.
Si todo esto es como se ha expuesto, la principal forma para derribar el reino de la oscuridad es propagar la luz, la verdad es la Palabra de Dios. Por esto Jesús no nos dijo, «vayan a todo el mundo y aten al diablo», sino que nos dijo, «vayan a todo el mundo y prediquen el evangelio». Jesús le dijo a Pablo que el propósito de su prédica sería «para que abran sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios (Hechos 26:18). Esto hace claro que la gente se escapa del dominio de Satanás cuando se exponen a la verdad y toman una decisión de volverse de las tinieblas a la luz, creyendo en el evangelio y no en las mentiras. Las únicas fortalezas que estamos derribando son las fortalezas de mentiras construidas en las mentes de la gente.
El que tenga ojo que vea, el que tenga oído que oiga.