La oposición aspira a salvar el frágil diálogo de pacificación con el gobierno durante una reunión este domingo con los cancilleres de Unasur y el nuncio apostólico en Caracas, testigos de un proceso congelado a raíz de la detención de decenas de estudiantes esta semana.
«Aspiramos a que los cancilleres (de Brasil, Colombia y Ecuador) y el nuncio, en su condición de mediadores, hagan ver al gobierno que, si tiene interés en que el diálogo prospere, hay que tomar decisiones y hay que cambiar la actitud», expresó a la AFP Ramón José Medina, coordinador de la Mesa de Unidad Democrática (MUD).
El diálogo busca poner fin a meses de protestas desatadas por la violencia criminal, la escasez de productos básicos como pan, leche, azúcar o papel higiénico, y la inflación.
Desde febrero, los disturbios han dejado 42 muertos, mas de 800 heridos y 160 investigaciones por abusos policiales.
En la cita del domingo «expresaremos lo mismo que hemos dicho: si el gobierno no cumple, si el gobierno cree que vamos a sentarnos a hacer simplemente el papel de comparsa está absolutamente equivocado», advirtió de su lado el diputado Henry Ramos Allup, que forma parte de los equipos de trabajo de la MUD.
Redadas masivas congelaron diálogo
Tras la detención de más de 300 estudiantes en la última semana durante protestas antigubernamentales, la MUD declaró en «crisis» y «congelamiento» el diálogo de paz que inició el 10 de abril.
El miércoles, 105 estudiantes -incluidos 12 menores de edad- fueron detenidos durante una manifestación en Caracas en la que exigían la liberación de los jóvenes arrestados hace una semana en un operativo militar que desmanteló cuatro campamentos de opositores en la capital.
Para la MUD también es inaceptable que algunos voceros oficiales hagan declaraciones desconociendo acuerdos logrados en las negociaciones y que el gobierno tarde en tomar decisiones sobre la liberación de estudiantes, dirigentes opositores y del ex comisario Iván Simonovis preso hace 10 años y acusado de homicidio durante el breve golpe contra Hugo Chávez en 2002.
La coalición opositora insistirá ante los testigos de buena fe en que el gobierno «tome decisiones» sobre la liberación de «algunos presos políticos y estudiantes, y fundamentalmente que baje el nivel de represión y que el discurso oficialista deje de ser insultante porque no crea un clima propicio para el diálogo», detalló Medina.
Halcones y palomas
En un primer intento de reforzar la mediación, el secretario ejecutivo de MUD y cabeza de los diálogos con el gobierno, Ramón Guillermo Aveledo, se reunió el miércoles con el nuncio Aldo Giordano.
«El nuncio manifestó una gran precupación por la suspensión del diálogo», comentó Medina este jueves.
La dirigencia opositora culpa al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, al alcalde Jorge Rodríguez y al ministro de Interior, Miguel Rodríguez, de torpedear las negociaciones, por lo que Ramos Allup instó al gobierno a actuar en «una sola línea».
«Maduro preso de sus diferentes facciones internas no se atreve a tomar medidas porque debe ser que allá lo van a moler (lo va a increpar). Ese no es nuestro problema», expresó Ramos Allup en entrevista con una radio local.
AFP