El análisis de estos escenarios mundiales es necesario para comprender que estamos insertos en una dinámica que nos permite, tomar previsiones y estar preparados, porque todo indica que en el 2013 se debe enfrentar una desaceleración significativa de la economía global, y nosotros podremos campear la tempestad, en la media que estemos más prevenidos
De la más reciente asamblea anual que celebraron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en Tokyo, se desprenden algunos factores interesantes que acá, en Venezuela, debemos considerar como un refuerzo positivo de nuestras políticas macro-económicas y fiscales.
Pero, al mismo tiempo, se deben tomar algunas advertencias derivadas de los análisis realizados en este escenario, como la ralentización de la economía mundial, incluyendo a dos colosos como China e India, que han empezado a asomar señales de desaceleración.
Como consecuencia, los precios del petróleo y otros “comodities” pudieran empezar a registrar declive, y como todo sabemos, esta situación puede comprometer sensiblemente las finanzas públicas de las economías emergentes, Venezuela incluida.
El aspecto positivo a destacar es la reiteración de que frente a la crisis de los países industrializados y los países emergentes, “Latinoamérica lo está haciendo bastante bien”, según lo expresó la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, luego de hacer mención a la preocupación reinante por la incertidumbre fiscal en Estados Unidos y la crisis de los países de la Eurozona.
No obstante, válido también es tomar la palabra del gobernador del Banco de Colombia, José Darío Uribe, quién a pesa de defender el “buen comportamiento” ante la crisis de la región, donde se ha armado un marco compuesto por una “política fiscal sana” y reducción de deuda, advirtió que nadie en Latinoamérica puede “aislarse” de los efectos de esta crisis.
El organismo indicó recientemente que los flujos de capital a la región se mantienen “estables” y las condiciones de financiación son favorables, pero también apuntó que la desaceleración china o la transmisión a la economía de las políticas de relajación monetaria de Brasil han tenido un efecto destacable.
La presidente del FMI recordó en su primera intervención en el encuentro que la falta de certidumbre que afecta a varias partes del globo es el factor “más difícil de analizar” de esta crisis, y que dificulta “la inversión, la creación de empleo o la creación de valor económico” en el panorama actual.
El eje en el que “se necesita actuar de manera más urgente”, ha recordado la exministra de Finanzas francesa, es la Eurozona, donde pese a los últimos progresos para activar mecanismos de reforma “se necesita que sucedan más cosas y más deprisa”, según reseña de EFE.
Sin embargo, el organismo (FMI) ha subrayado desde el arranque de las reuniones que Europa y EEUU, país que afronta la amenaza de un precipicio fiscal, ya no son los únicos focos de preocupación en esta crisis, puesto que la ralentización global empieza a afectar a las economías emergentes.
El análisis de estos escenarios mundiales es necesario para comprender que estamos insertos en una dinámica que nos permite, tomar previsiones y estar preparados, porque todo indica que en el 2013 se debe enfrentar una desaceleración significativa de la economía global, y nosotros podremos campear la tempestad, en la media que estemos más prevenidos.
Miguel Pérez Abad