*** Es demasiado importante que, como han planteado dirigentes como Henrique Capriles y María Corina Machado, la oposición política se reunifique. Eso no ocurrirá en torno a un nombre o una consigna, pero si puede producirse en torno a una Hoja de Ruta Democrática
En nuestro trabajo anterior (“Autogolpe, golpe y hoja de ruta democrática”, domingo 11-5-2014, @EldiarioLaVoz y www.radardelosbarrios-fuerzavenezuela.blogspot.com ) describimos la dinámica que condujo a los sectores más violentos de la nomenclatura oficialista a imponer (¿por ahora?) su posición en la conducta que el Gobierno ha asumido ante la crisis.
¡Violencia ahora y después…
En efecto, tales sujetos apuestan a la violencia, ahora y después. Es decir: no sólo reprimen con saña hoy, golpeando mujeres, apresando niños, deteniendo masivamente a jóvenes, enviando a post-adolescentes a penales como Yare, Tocorón y El Rodeo, para quebrar los espíritus de centenares e infundir terror en el alma de millones. Además de eso apuestan a la violencia para imponer un modelo de país donde el llamado “Plan de la Patria” esté por encima de la Constitución Nacional y donde el “Estado Comunal” sustituya al Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, previsto en la Carta Magna votada por el pueblo.
Ellos están claros en que lograr un país definido así (una suerte de reedición en Venezuela de las sociedades fracasadas y los Estados fallidos de Cuba y Norcorea) es imposible mientras el pueblo venezolano conserve su vocación libertaria y recuerde su experiencia de vida en democracia. Por eso parte importante de la violencia que ejerce el régimen no es sólo con plomo, perdigones y lacrimógenas: También lo hace con legislaciones laborales absurdas que destruyen la cultura del trabajo; con la agresión permanente a la industria privada, la agroindustria y al comercio, para quitarle al pueblo la posibilidad de ganarse la vida mediante el trabajo productivo y libre; con la manipulación de los libros de historia y de la educación en general, para justificar la arbitrariedad como forma de vida y hacer olvidar a las nuevas generaciones la larga lucha del pueblo venezolano por la democracia y la libertad. Así es como pretenden construir un país sojuzgado, donde todos estemos en miseria gracias a la programada destrucción de la economía nacional y en consecuencia todos dependamos de la discrecionalidad del Petro-Estado para tener acceso incluso a lo más elemental para sobrevivir, como alimentos y medicinas. Un país aislado, en que el Gobierno estimula que las líneas aéreas internacionales abandonen nuestros aeropuertos mientras el servicio estatal de correos, IPOSTEL, suspende desde el viernes 16 de mayo el envío al exterior de postales, cartas, paquetes y encomiendas, en una calculada “operación de pinzas” para “invitar” a la vasta colonia española, portuguesa, italiana, etc. a irse de Venezuela, al dificultar la relación con sus familiares. Un país, en fin, donde el poder llama a los estudiantes “terroristas”, y a los terroristas los llama “camaradas”.
…pero el pueblo se
crece en la lucha!
Pero frente a ese designio violento, el pueblo venezolano ha dado una respuesta firme y valiente.
Hoy domingo 18 de mayo se cumplen 104 días de protestas, contados desde aquel 4 de febrero en que -mientras la claque gobernante “celebraba” un aniversario más de un golpe de Estado tan sangriento como fallido- los estudiantes del Táchira salieron a protestar por la inseguridad. En este lapso la violencia represiva ha cobrado la vida de 44 venezolanos y se han producido 3.075 detenciones, más del doble que las que se produjeron entre 1989-1990 a raíz del Caracazo (que fueron 1.451), y 28% más que la cantidad total de venezolanos procesados judicialmente por protestar entre los años 2002 y 2013 (que fueron 2.400) según cifras de Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, PROVEA. Las familias directamente agredidas, en vez de exiliarse o reducirse a la sumisión, han integrado un Frente Nacional por la Liberación de los Estudiantes y los Presos Políticos. La protesta, en vez de “focalizarse en algunos municipios”, se ha generalizado en todo el país, y en vez de limitarse a “la clase media” (el Gobierno lo dice como si la clase media no fuera pueblo también), hoy numerosos sectores sindicales, gremiales y comunitarios están dando continuidad a sus propias luchas en este nuevo marco de protesta nacional, incorporando sus demandas y reivindicaciones de naturaleza social y económica a los reclamos de cambio político que han planteado los estudiantes.
Lucidez y valor,
combinacion indispensable
Al superar ya los 100 días de protesta, viene una nueva etapa de la lucha que requiere simultáneamente lucidez y valor. El valor sin lucidez es suicida, la lucidez sin valor es inútil. Es demasiado importante que, como han planteado dirigentes como Henrique Capriles y María Corina Machado, la oposición política se reunifique. Eso no ocurrirá en torno a un nombre o una consigna. Pero si puede producirse en torno a una Hoja de Ruta Democrática que diga bien claro a esta nueva mayoría nacional, integrada por el pueblo opositor y los chavistas descontentos, que el OBJETIVO que se busca es la TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA, es decir, no sólo la “salida del gobierno” sino la superación del modelo político-económico-social que ha conducido al país a la pobreza y a la violencia; esa Hoja de Ruta debe establecer claramente eso que dicen TODOS los dirigentes opositores (Capriles y López, Ledezma y Aveledo, María Corina y Dinorah Figuera, etc.) cuando hablan en público: que la ESTRATEGIA para alcanzar ese objetivo es CONSTITUCIONAL, DEMOCRÁTICA, ELECTORAL Y PACÍFICA; esa Hoja de Ruta debe igualmente establecer con exactitud que las ACCIONES es que se concretará esa estrategia seguirán teniendo como escenario privilegiado la calle, LA CALLE CON PUEBLO, no esa en que sólo están vanguardias quizá heroicas pero aisladas, en desigual combate con militares, policías, paramilitares e infiltrados, sino la calle con movilización masiva, incluyente y contundente de la ciudadanía.
Reunificarnos y reinventarnos,
requisitos imprescindibles
El arrebato represivo no hará menos veloz la caída libre del proyecto autoritario. Pero para tener éxito en esta segunda etapa de la lucha es preciso no sólo vencer, sino además CONVENCER. Y para ello debemos no sólo reunificarnos, sino además REINVENTARNOS: Los partidos que integran la oposición política deben variar el eje de gravedad de sus organizaciones, dando a su liderazgo de base -que está en contacto estrecho con la protesta popular- la vocería, el respaldo y la visibilidad que hasta ahora no han tenido. Los movimientos sociales autónomos (sindicatos de base, gremios profesionales, organizaciones comunitarias) debemos integrarnos en un poderoso BLOQUE SOCIAL en el que todos conservemos nuestra independencia, pero donde también todos incrementemos nuestra coherencia y eficiencia.
Hay que ser claros: Lo que viene no será más fácil que lo ya transitado. Pero es evidente ya el colapso del régimen por falla multi-orgánica, por desastre sistémico. También lo es la firmeza de la aspiración de la mayoría de los venezolanos a vivir en un país sin pobreza ni violencia, con libertad y prosperidad. “Abrir el paraguas” para que la victoria sea una victoria de todos, incluso de la base chavista descontenta, será fundamental para que esa victoria en efecto se concrete. ¡Palante!
Radar de los Barrios
Jesús Chuo Torrealba
Twitter: @chuotorrealba