El candidato de la unidad hizo un gran esfuerzo, pero el ventajismo y el clientelismo impidió, por ahora que este país construya su futuro perdido
Concluye un nuevo episodio de la política venezolana e inmediatamente comienza otro. El protagonista de esta batalla fue Henrique Capriles Randonski cuyas palabras para reconocer la victoria del adversario nos han movido el piso por la entereza, honradez e hidalguía con la que asumió la derrota.
Con Capriles tuve mis diferencias en el pasado, mas de forma que de fondo, pero el tiempo me hizo superarlas fruto de la demostración que nos dio como candidato presidencial.
En este espacio escribí durante el fragor de la campaña interna el porqué prefería a Pablo Pérez como candidato unitario. Esas líneas generaron urticaria en algunos miembros del entorno cercano del candidato, sin embargo como abanderado de la unidad le apoye por la calle del medio.
La política es el mejor indicador de la dinámica de la vida, donde concurren reencuentros y se zanjan diferencias. Esta campaña en lo personal nos dejó gratas experiencias y nos regaló un líder con visión de futuro que se ganó con su esfuerzo el respeto de 6.499,575 venezolanos que valoramos su esfuerzo y nos sentimos en sintonía con su mensaje.
Para valorar a Capriles hay que dejar atrás las diferencias ideológicas, si es que las hay, y lamentarnos porque el país perdió una maravillosa oportunidad de elegir a un hombre joven con la ambición, el talento y la energía para generar los profundos cambios que necesitamos.
Frente a esta transitoria adversidad, surgió un Capriles para dar optimismo y advertir que el camino continúa. Nos conmovió cuando asumió la derrota atribuyéndole la victoria al pueblo.
Sin embargo nos toca aclarar que no es Capriles el responsable de su derrota ni es tiempo para enfrascarnos en buscarlos, eso en este momento es absolutamente irrelevante frente a la responsabilidad que tenemos todos de rescatar a este país.
Si bien en el pasado había dicho que prefería una confrontación entre un zambo y un guajiro, parafraseando a Hugo Chávez y Pablo Pérez, hoy se reconoce con la mayor entereza que Capriles no solamente representó al goajiro, sino también el variopinto sentir de más de 6 millones de venezolanos que vieron como David se enfrentó a un Goliat presuroso porque el tiempo se le acaba.
Capriles dejó atrás esa imagen etiquetada y demostró de qué está hecho. De sangre venezolana, de valor criollo, de sabana, de montaña, de mares y ríos. De sudor de pueblo, de olor popular en medio de una país que ha sido injustamente maltratado.
Su campaña fue la genuina expresión de la venezolanidad y eso es un valor agregado que va a contar mucho en los días por venir.
Puede sentirse orgulloso candidato, no solo de quienes lo acompañamos, sino también del grupo de líderes políticos de diferentes tendencias que le dieron su apoyo y que estuvieron a su lado en el momento de la mala hora, que es en definitiva cuando más vale la solidaridad.
Capriles ha ganado mucho y ha perdido poco. Su esfuerzo no será en vano y como el mismo lo dijo, se ha enriquecido en su contacto cara a cara con el país de sus anhelos.
A pesar de esta derrota que nos detiene momentáneamente, hay varias lecturas favorables. Más positivas que negativas. La unidad se ha fortalecido frente a un poder desgastado que aún se vale del engaño crematístico para confundir al país.
Para el gobierno un mensaje. Una modesta opinión en medio del avasallante ventajismo que les impidió revalidar el poder. Oigan al pueblo, gobiernen también para los 6.499,575 de venezolanos que piensan distinto y que no parecen desmotivados sino todo lo contrario, seguiremos en la lucha en procura de un mejor país. No descuiden que estamos frente a una bomba de tiempo.
Si en este país nada cambia no podremos superar la tempestad que nos avizoran los tiempos por venir.
Para los 6.499,575 que votamos por Capriles se pone a prueba nuestra capacidad de resistencia. Para los 8.136.637 que aún creen en el gobierno deben conformarse con lo que tienen pues lo primero no es la patria ni sus calamidades. Lo importante es Chávez.
La política continúa. Ya esta semana se reinicia la lucha por las gobernaciones y la oposición tiene el reto de conservar los espacios y tratar de rescatar otros.
Poco a poco se irá desvaneciendo la luna de miel.
Tiempo al tiempo.
ARENA Y CAL
LOS RESULTADOS electorales del pasado domingo dejan espacios para las dudas en Miranda y Zulia, por citar solo dos estados.
EL DETALLE a nuestro juicio no son los resultados, sino mas bien el REP que sigue estando absolutamente contaminado y finamente manipulado. Habrá tiempo para saber realmente que ocurrió. Entre cielo y tierra no hay nada oculto.
MIRANDA. Hay que leer con detenimiento los números que nos deja el 7-O en el estado Veamos. La oposición perdió arrolladoramente en el Tuy y en Barlovento y obtuvo un ajustado resultado en Guaicaipuro. Ganó Baruta, Chacao, Petare y El Hatillo lo cual es sin duda un gran indicador para las próximas elecciones de gobernador, sin embargo el gran reto de Capriles será vencer la abstención, especialmente en los circuitos donde se ganó.
VIELMA MORA, es un duro rival para Pérez Vivas. El presidente optó por sacarlo del congelador ante los resultados adversos en el estado Táchira.
GLOBOVISION. Ha pasado por debajo de la mesa, pero queda seriamente comprometida la concesión de este. El 2015 es la fecha tope. ¿Viviremos otra escena como la de RCTV?
DEPENDIENDO de los resultados del próximo 16 de diciembre se tomará la decisión sobre las elecciones de alcaldes y concejales para el próximo año.
IMPORTANTE. La Unidad debe fortalecerse y en el caso concreto de Miranda hay que hacer un esfuerzo por incorporar a todos los factores, algunos de ellos relegados durante la campaña nacional. Es tiempo de dejar atrás las diatribas estériles para conservar los espacios.
VOLUNTAD POPULAR tuvo un buen debut en el estado Miranda. Terminó siendo la tercera fuerza de oposición. El verdadero resultado de esa tarjeta lo tendremos en las elecciones de gobernador y legisladores
MÁS DE LO MISMO. Con Aristóbulo no encuentran que hacer. Perdedor en Caracas, ahora lo mandan para Anzoátegui buscando que el portaaviones lo lleve a La Rivereña.
ARAGUA, Anzoátegui, Mérida y Bolívar son tres gobernaciones que podrían sumarse a la oposición. Por ahí van los tiros. Una cosa es Chávez y otras sus pseudo lideres.
INCREIBLE. En este país los transportistas protestan mas por la inseguridad que por la falta de repuestos…pero no importanta. Lo importante es Chávez.
La Página de Jairo Cuba
Jairo Cuba
Twitter: @jaircuba