Intentar mediar en una riña entre alumnos, le costó la vida a Hosmel Adrián Añez García, a las puertas del liceo Iberoamericano en El Junquito
Un episodio de acoso escolar pudo haber sido el detonante de una tragedia que se registró este lunes a las puertas del liceo Iberoamericano, ubicado en el kilómetro 14 de la vía a El Junquito.
Hosmel Adrián Añez García (15) estudiante del 4to año del liceo, salió de clases a las 12:30 del día. Estaba en compañía de su novia, también liceísta, cuando se encontraron con una discusión entre un compañero de clases y otros dos alumnos de 3er año del mismo plantel.
Añez se acercó y fue cuando se dio cuenta que uno de los muchachos que tenían rodeado a su compañero tenía un arma de fuego en la mano, trató de mediar. El que portaba el arma amenazaba a su amigo con dispararle.
La víctima trató de apartarlos y le dijo a su compañero que se fueran porque “esa pistola seguro es de juguete”. De inmediato, el jovencito que los apuntaba le respondió: “Ah, de juguete?” y accionó con sus manos el arma homicida.
Cuatro disparos impactaron en la humanidad de Hosmel Anez, quien cayó al suelo frente a otros estudiantes que a esa hora salían del liceo. El homicida y su cómplice huyeron corriendo del lugar, pero más tarde fueron aprehendidos por la policía.
“Lo encontré muerto”
El padre del estudiante fallecido, quien lleva el mismo nombre que su hijo, es transportista de una línea en Antímano. Regresaba a su casa en el kilómetro 12 de El Junquito luego de hacer unas compras, cuando le avisaron que su hijo había tenido un problema grave en el liceo.
Con sus ojos irritados de tanto llorar, contó en la morgue de Bello Monte que en ese momento, pidió la cola a un motorizado y se fue de prisa al liceo, pero lo que encontró en la calle le destrozó el alma. “Cuando llegué vi a mi hijo tirado en el piso, estaba muerto, bañado en sangre”, dijo.
Este martes, una comisión de la División contra Homicidios del Cicpc, trasladó a la medicatura forense de Bello Monte, a los dos liceístas detenidos por el asesinato. Esposados y vistiendo sus uniformes escolares, fueron conducidos hacia el área interna para ser sometidos a exámenes forenses.
Su paso por el lugar, desató la ira de familiares y amigos de la víctima que esperaban el cadáver en el mismo lugar. Algunas mujeres del grupo les gritan “asesino”, “ojala te pudras allí en la cárcel”, mientras los hombres intentaban controlarlas.
«No tenía intención
de matar a nadie»…
De acuerdo a versiones extraoficiales, el autor del disparo cuenta con apenas 15 años. Su compañero de clases, también detenido por el hecho, de 14 años de edad e hijo de un concejal del estado Miranda, fue quien lo ayudó a conseguir el arma homicida que presuntamente le prestó un delincuente del sector.
El autor del disparo aseguró que no tenía la intención de matar a nadie. Había planificado vengarse de las agresiones a las que era sometido por un compañero de clases de la víctima. Dijo que este jovencito que resultó ileso, lo humillaba, lo sometía y hasta lo había golpeado en algunas ocasiones.
Sostuvo que cuando accionó la pistola lo hizo apuntando hacia abajo, pero inesperadamente se fueron varios tiros. Dijo que el arma (con selector) se le elevó y de esta manera le quito la vida al estudiante, con quien siquiera era el problema cuando intentaba “darles un susto”.
Quería ser abogado
Hosmel Añez, era hijo único. Su madre, abogada, aseguró que asumirá el caso como acusadora en el juicio por la muerte de su hijo. Así lo contó este martes, el padre del pequeño, quien hizo una reflexión respecto a la pérdida de valores en la juventud y la familia. “Uno no puede aceptar que los hijos lleguen a la casa con droga, con armas”, apuntó.
Recordó que su hijo murió siendo inocente por tratar de defender a un amigo. “esto no tiene nombre, aquí se perdió todo. No hay gobierno, no hay nada. A los padres les digo que reflexionen sobre lo que está ocurriendo”, dijo.
Este martes, mientras esperaba que le entregaran el cuerpo, Añez vestía un sweter azul marino que tenía su hijo en el morral de clases cuando lo mataron. Contó que era un muchacho con muchas aspiraciones, fanático de futbol. Quería estudiar Derecho para ser abogado como su madre. El cadáver fue ingresado a la morgue con el número 289 de los ingresos del mes de mayo.
AA