Allí tienen el ejemplo de aerolíneas, ninguna está dispuesta a seguir operaciones en Venezuela bajo estas condiciones, pero resulta que la culpa es del mundial. Es que uno escucha a los ministros del área económica hablando y cree que está viendo Radio Rochela
Brian Fincheltub
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Twitter: @Brianfincheltub
Todos crecimos viendo El Chavo, sabemos las veces que se le escondía Don Ramón al Señor Barriga para no pagarle la renta. Sepan que el recordado Don Ramón se quedó en pañales delante del gobierno, aquella Venezuela “saudita” es historia y lejana, hoy aparecemos en las páginas económicas porque le debemos a todo mundo y por la fama de maulas que nos ha construido con mucho esfuerzo y torpezas la llamada revolución. Quizás la comparación ofenda a Don Ramón, porque aquello daba risa, pero lo que causa la situación actual venezolana es cada vez más preocupación. Tenemos un gobierno que se acostumbró a despilfarrar, que asumió compromisos que superaban su capacidad de pago y que ahora tienen un mono gigantesco con un gentío.
La pregunta que se hace medio país es ¿Quién paga la cuenta? A mí me gusta siempre hablar de la cotidianidad, porque creo que la economía se entiende mejor así. Imagínense que usted va con unos amigos a comer en una tasca y todo lo que consumen lo mandan a una cuenta común. Resulta que uno de sus panas come y come, pide botellas, postres, raciones y más raciones, pero cuando toca el momento de pagar se va al baño ¿Tienen los demás que pagar los excesos de uno? Responda esa pregunta y analice si es justo que un gobierno que abusó durante 15 años de los ingresos petroleros, ahora cuando llega la factura, pretenda que los venezolanos la paguemos y no solo eso, sino que también freguemos los platos.
Allí tienen el ejemplo de aerolíneas, ninguna está dispuesta a seguir operaciones en Venezuela bajo estas condiciones, pero resulta que la culpa es del mundial. Es que uno escucha a los ministros del área económica hablando y cree que está viendo Radio Rochela. Seguramente el mundial también es responsable de la escasez, la inflación y desabastecimiento. Lo que pasa está clarito, el gobierno le debe a las líneas aéreas alrededor de 100 millones de dólares y eso no se paga con caraota o frijol, para pagar se necesitan verdes y no hay.
Ni hablar de la deuda que tiene el gobierno con el sector privado, más de 25 millardos de dólares, creo que se me acaban los caracteres de este artículo escribiendo esa cifra en números. Muchos empresarios aguantan en silencio, recuerden que no estamos frente a cualquier deudor, estos son capaces de confiscar para no pagar. Valga acotar que esta deuda crece todos los meses.
Con Panamá también tenemos un mono, pero el verdadero King Kong es con China, no es broma que al paso que vamos nos cambiarán la arepa por la lumpia. La deuda duplica las reservas intencionales, la manera de pago es petróleo. Si siguen así vaciaremos nuestras reservas y seguiremos endeudados.
Irresponsabilidad es la palabra que define la política económica del gobierno. Hoy los efectos se agravan con la imposibilidad de honrar los compromisos asumidos, pero el gasto sigue subiendo, lo que es directamente proporcional al incremento de la deuda. Huele a una nueva devaluación, viene aumento de servicios y gasolina. Mientras tanto le echan la culpa al mundial, prefieren lanzarle esa pelota a alguien antes que pagar la cuenta.