La votación, para la cual están convocados cerca de 32 millones de personas, se inició a las 08HOO (13H0 GMT) y terminará a las 16H00 locales (21H00 GMT). Según la autoridad electoral el escrutinio alcanzará al 90% de los votos unas cuatro horas después del cierre.
«Salgan a votar temprano(…), sea quién sea el que gane, para que este país siga por buen camino y encuentre esta paz tan añorada», dijo Santos, aspirante a la reelección, al ejercer el voto, acompañado de su esposa, María Clemencia Rodríguez y de sus tres hijos en el centro de Bogotá.
Tras una campaña cargada de acusaciones mutuas de guerra sucia, Santos y Zuluaga, aliados en el pasado, dominaban hasta hace ocho días la intención de voto, pero ninguno supera 50% de las preferencias, lo que obligaría a una segunda vuelta el 15 de junio.
El mandatario, un liberal de centroderecha de 62 años, en el poder desde 2010, pidió el respaldo para concluir su principal obra de gobierno: el proceso de paz que negocia desde noviembre de 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla del país con unos 8.000 combatientes que el 27 de mayo cumplirá 50 años de lucha armada.
Con una popularidad del 38%, Santos enfrenta la dura oposición de Zuluaga, un derechista de 55 años apadrinado por el exmandatario Álvaro Uribe que promete condicionar el diálogo a un cese unilateral del fuego por parte de los rebeldes.
Las encuestas anticipaban un empate técnico entre Santos y Zuluaga. Los otros candidatos, la conservadora Marta Lucía Ramírez, la izquierdista Clara López y el independiente Enrique Peñalosa -favorables al actual proceso de paz- marchaban rezagados en los sondeos de intención de voto.
«Está en juego qué tipo de país queremos», dijo Zuluaga, que votó en el norte de la ciudad, en compañía de su familia.
Antes del mediodía la afluencia de votantes era baja en varias partes de Bogotá. El voto en Colombia es voluntario y la abtención ronda históricamente el 50%.
«Se necesitan unos acuerdos de paz (…), así esa plata que se invierte en la guerra, se puede invertir en otros problemas que tenga Colombia, como la salud, la educación», dijo a la AFP María Paula Erazo, una estudiante de 20 años, que votó en la Plaza de Bolívar.
Zuluaga recogió la bandera de lucha de Uribe, el expopular mandatario (2002-2010) y senador electo que encabeza la oposición más radical a Santos, su exministro de Defensa. Uribe acusa a Santos de haberlo traicionado por entablar negociaciones con la guerrilla.
«Voto por Zuluaga para que Colombia recupere el sendero de seguridad abandonado por el actual gobierno», dijo Uribe a la prensa tras emitir su voto.
– Polarización y tregua-
«La cuestión principal que polariza este proceso entre los dos candidatos es el proceso de paz. Santos quiere acabar lo que empezó y Zuluaga todavía es una incógnita porque no se sabe si acabará con el proceso o lo seguirá sobre bases nuevas», dijo a la AFP el politólogo Yann Basset, del Observatorio Electoral de la Universidad del Rosario.
El candidato opositor cree que Santos está dispuesto a dejar en la impunidad los crímenes de las FARC y permitir su incorporación a la vida política sin previo castigo.
«Zuluaga va a poner las cosas sobre la mesa, que haya paz sin impunidad, no lo que esta haciendo el doctor Santos. La traición que le hizo a este gobierno anterior no tiene perdón», dijo a la AFP Henry Gallan, un vendedor de equipos de seguridad de 58 años.
Sin embargo, el presidente, convencido de que no se puede acabar hasta con el último guerrillero, asegura que los acuerdos con las FARC serán refrendados por los colombianos. Las partes, que negocian en medio del fuego, han alcanzado consensos parciales en el problema agrario -origen del conflicto- la participación política de la guerrilla y el narcotráfico.
El debate en torno a las negociaciones de paz eclipsó otras preocupaciones del electorado como el deficiente sistema de salud, la alta informalidad laboral y la desigualdad en un país que creció 4,3% en 2013.
Para esta jornada electoral el grupo rebelde y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza insurgente del país con la que Santos también se ha mostrado dispuesto a dialogar, decretaron una tregua unilateral en sus ataques.
AFP
La votación, para la cual están convocados cerca de 32 millones de personas, se inició a las 08HOO (13H0 GMT) y terminará a las 16H00 locales (21H00 GMT). Según la autoridad electoral el escrutinio alcanzará al 90% de los votos unas cuatro horas después del cierre.
«Salgan a votar temprano(…), sea quién sea el que gane, para que este país siga por buen camino y encuentre esta paz tan añorada», dijo Santos, aspirante a la reelección, al ejercer el voto, acompañado de su esposa, María Clemencia Rodríguez y de sus tres hijos en el centro de Bogotá.
Tras una campaña cargada de acusaciones mutuas de guerra sucia, Santos y Zuluaga, aliados en el pasado, dominaban hasta hace ocho días la intención de voto, pero ninguno supera 50% de las preferencias, lo que obligaría a una segunda vuelta el 15 de junio.
El mandatario, un liberal de centroderecha de 62 años, en el poder desde 2010, pidió el respaldo para concluir su principal obra de gobierno: el proceso de paz que negocia desde noviembre de 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla del país con unos 8.000 combatientes que el 27 de mayo cumplirá 50 años de lucha armada.
Con una popularidad del 38%, Santos enfrenta la dura oposición de Zuluaga, un derechista de 55 años apadrinado por el exmandatario Álvaro Uribe que promete condicionar el diálogo a un cese unilateral del fuego por parte de los rebeldes.
Las encuestas anticipaban un empate técnico entre Santos y Zuluaga. Los otros candidatos, la conservadora Marta Lucía Ramírez, la izquierdista Clara López y el independiente Enrique Peñalosa -favorables al actual proceso de paz- marchaban rezagados en los sondeos de intención de voto.
«Está en juego qué tipo de país queremos», dijo Zuluaga, que votó en el norte de la ciudad, en compañía de su familia.
Antes del mediodía la afluencia de votantes era baja en varias partes de Bogotá. El voto en Colombia es voluntario y la abtención ronda históricamente el 50%.
«Se necesitan unos acuerdos de paz (…), así esa plata que se invierte en la guerra, se puede invertir en otros problemas que tenga Colombia, como la salud, la educación», dijo a la AFP María Paula Erazo, una estudiante de 20 años, que votó en la Plaza de Bolívar.
Zuluaga recogió la bandera de lucha de Uribe, el expopular mandatario (2002-2010) y senador electo que encabeza la oposición más radical a Santos, su exministro de Defensa. Uribe acusa a Santos de haberlo traicionado por entablar negociaciones con la guerrilla.
«Voto por Zuluaga para que Colombia recupere el sendero de seguridad abandonado por el actual gobierno», dijo Uribe a la prensa tras emitir su voto.
– Polarización y tregua-
«La cuestión principal que polariza este proceso entre los dos candidatos es el proceso de paz. Santos quiere acabar lo que empezó y Zuluaga todavía es una incógnita porque no se sabe si acabará con el proceso o lo seguirá sobre bases nuevas», dijo a la AFP el politólogo Yann Basset, del Observatorio Electoral de la Universidad del Rosario.
El candidato opositor cree que Santos está dispuesto a dejar en la impunidad los crímenes de las FARC y permitir su incorporación a la vida política sin previo castigo.
«Zuluaga va a poner las cosas sobre la mesa, que haya paz sin impunidad, no lo que esta haciendo el doctor Santos. La traición que le hizo a este gobierno anterior no tiene perdón», dijo a la AFP Henry Gallan, un vendedor de equipos de seguridad de 58 años.
Sin embargo, el presidente, convencido de que no se puede acabar hasta con el último guerrillero, asegura que los acuerdos con las FARC serán refrendados por los colombianos. Las partes, que negocian en medio del fuego, han alcanzado consensos parciales en el problema agrario -origen del conflicto- la participación política de la guerrilla y el narcotráfico.
El debate en torno a las negociaciones de paz eclipsó otras preocupaciones del electorado como el deficiente sistema de salud, la alta informalidad laboral y la desigualdad en un país que creció 4,3% en 2013.
Para esta jornada electoral el grupo rebelde y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza insurgente del país con la que Santos también se ha mostrado dispuesto a dialogar, decretaron una tregua unilateral en sus ataques.
AFP