Más allá de las alianzas, los candidatos que se medirán en el balotaje, también tienen que vencer la apatía del electorado en un país donde el voto no es obligatorio: abstención del domingo llegó al 60%
El presidente colombiano y su contrincante de derecha empezaron el lunes a coquetear con sus rivales en busca de alianzas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que se juega el futuro de las negociaciones de paz con la guerrilla.
Sin haber logrado la mayoría absoluta de votos necesaria para consagrarse en primera vuelta, el opositor Oscar Iván Zuluaga se impuso en los comicios del domingo con un 29,25 por ciento de los sufragios sobre el 25,69 por ciento del mandatario Juan Manuel Santos. Los dos se volverán a medir el 15 de junio.
Ambos son antiguos compañeros de gabinete y coinciden en sus propuestas socioeconómicas, pero tienen propuestas opuestas para acabar con medio siglo de conflicto con la guerrilla, que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados.
Mientras Santos mantiene desde hace un año y medio negociaciones de paz con las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y quiere firmar un acuerdo para poner fin al conflicto, Zuluaga amenaza con mano dura, suspender el diálogo y llevar a los jefes rebeldes a prisión.
La única concesión que Zuluaga parece inclinado a hacer es reducir las penas. El lunes dijo que estaba dispuesto a que los rebeldes sólo cumplieran seis años de prisión por sus delitos.
Pero los dos candidatos estarán más preocupados durante las próximas tres semanas en seducir a los postulantes que quedaron en el camino para tratar de canalizar su caudal de votos y así asegurarse la presidencia.
«Esperamos el apoyo de millones de colombianos de otros sectores de opinión que votaron por los otros candidatos y esperamos con el transcurso de los días poder incorporar a nuestra campaña ciudadanos de otros partidos políticos», dijo Zuluaga en una conferencia de prensa.
Santos, con una plataforma de centro derecha, fue incluso el primero en pedir apoyo a los electores y a sus rivales.
Haciendo cuentas
Los tres candidatos que fueron a la zaga en la elección del domingo reaccionaron con cautela y aseguraron que se reunirán con sus directivas para estudiar a quién apoyarán.
La candidata del Partido Conservador Marta Lucía Ramírez quedó en tercer lugar con un 15,52 de los votos. Ella será probablemente una prioridad para Zuluaga porque tiene más en común con el derechista que el resto de los candidatos.
Pero pese a la cercanía de Ramírez con Zuluaga, la mayoría de los dirigentes de su partido se inclinaría por respaldar al actual presidente, según fuentes de la campaña de la candidata.
La tendencia natural de la izquierdista Clara López, que obtuvo un 15,23 por ciento de los votos y del también candidato de la Alianza Verde Enrique Peñalosa -que logró un 8,28 por ciento- sería ir con Santos porque ambos apoyan una negociación de paz con las FARC. Pero nada está dicho todavía.