Este delito ha aumentado de forma alarmante en estos últimos seis meses en los sectores populares del municipio Sucre, donde delincuentes pertenecientes a bandas secuestradoras desmanteladas extorsionan a vecinos, con el fin de obtener un capital para poder equiparse de armamentos, activar el comercio de droga y ejecutar plagios contra personas con mayores recursos económicos
Ningún plan de seguridad implementado por los gobiernos nacional, regional o municipal en la parroquia Petare del Municipio Sucre del estado Miranda, ha disminuido el tráfico ni el consumo de droga, por lo que la delincuencia vive a sus anchas y ahora los secuestros forman parte de los hechos delictivos más cometidos en esta zona de alta peligrosidad.
Señalan fuentes extraoficiales que esta modalidad delictiva es precisamente cometida por aquellos delincuentes que permanecen en libertad y que pertenecieron a bandas secuestradoras que fueron desmanteladas, que ahora han comenzado a extorsionar a vecinos, privándoles de libertad con el objetivo de obtener un beneficio económico y así poder equiparse de armamento para luego cometer este mismo delito contra personas de mayor poder adquisitivo.
Tal fue un caso que ocurrió en el sector La Agricultura del barrio 19 de abril de Petare, en horas de la noche de ayer, cuando la Unidad de Seguridad Urbana Petare, adscrita a la Guardia Nacional Bolivariana, recibió una denuncia de un supuesto secuestro en la zona, en la que un menor de 15 años de edad fue plagiado por un grupo delincuentes. El dispositivo de seguridad activó los oficiales y logró el rescate del joven, pero luego de un intenso enfrentamiento a tiros con los antisociales, resultando herido uno de ellos, lo que motivó al resto de los maleantes a marcar la huida.
El hombre herido, apodado “El Gordo”, se encuentra recluido en el Hospital Domingo Luciani, mejor conocido El Llanito, bajo la observación médica y fuerte custodia policial.
Como medidas de seguridad los oficiales activaron un patrullaje en el sector La Agricultura para dar con las pista de los demás delincuentes.
Cuenta la fuente que estos malhechores podrían ser los mismos integrantes no capturados de las bandas secuestradoras que fueron desmanteladas hace tres meses atrás como: Los Gamelotes, Los Toyoteros y Los Paisas, los cuales sembraron la zozobra y miedo en los vecinos, quienes alegan hoy por hoy que aunque algunos integrantes fueron aprehendidos por los cuerpos de seguridad, en la comunidad dejaron secuelas muy grandes, como la tristeza de muchos madres quienes se quedaron en luto por la pérdida de sus hijos que murieron en manos del hampa o en otros casos como la de seguir viviendo una nueva realidad con estos sujetos que se están “graduando” ahora como secuestradores.
Modus operandis
De acuerdo a la pesquisa realizada por fuentes policiales, se determinó que el modus operandi de estos sujetos consiste en activar una exhaustiva investigación de aquellos vecinos que aunque vivan en un zona popular, cuentan con un ingreso económico que no sólo les permitirle cubrir sus necesidades básicas, sino también viven con ciertas comodidades, características que son los suficiente necesarias para ser objetos de un secuestro.
Culminada la averiguación, estos delincuentes organizan una emboscada, en la que participan al menos diez sujetos, cada uno de ellos conoce y está al tanto de los movimiento que realiza el futuro rehén, ( hora de llegada y salida, dónde trabaja entre otras datos de interés para ellos), inmediatamente cuando pautan el tiempo y el lugar indicado para ejecutar la captura de la víctima, a quien comienzan a interrogar al secuestrado para que les ceda los números de telefónicos de sus familiares y poder llevar a cabo así la extorsión del rescate.
Mairy Chourio
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