…No hay nada que eduque más que el ejemplo, por supuesto, el buen ejemplo, y nada que desmoraliza más que la mentira, el engaño y la burla…
La Revolución Bolivariana, sin duda alguna es el acontecimiento político-social que define el rumbo de América, el Caribe y parte del mundo en estos tiempos, y el 2 de febrero del próximo año cumple 14 años. A lo largo de ese tiempo, el imperialismo norteamericano y la oligarquía apátrida se han empeñado en frenar su desarrollo. La propaganda del imperio y la oligarquía basada en la mentira y el engaño, se empeñan en pintarla como una amenaza. Pero el propio hecho de la supervivencia en estos 14 años, con sus logros, avances y aciertos, descarta estas acusaciones. A lo largo de estos 14 años, la Revolución Bolivariana ha pasado por grandes y estelares momentos, así como también por muchas amenazas y peligros. Tal vez los más grandes momentos estén todavía por venir, en la nueva y difícil etapa que comenzamos a vivir después del 07 de octubre cuando elegimos a Hugo Chávez para el período presidencial 2013-2019, y las que nos guardan las próximas décadas.
Sobre la Revolución Bolivariana recae en estos momentos, la responsabilidad y la posibilidad de hacer una contribución de gran valor, en la construcción de las alternativas de los pueblos de América, el Caribe y parte del mundo, frente a la barbarie que representa el capitalismo.
En estos 14 años se empieza a ver, con mayor claridad, que el verdadero sentido de la resistencia del pueblo venezolano, no era sólo salvar la soberanía, la justicia social y el derecho a la autodeterminación como pueblo, sino además salvar la esperanza, la idea, la perspectiva del socialismo y del nuevo desarrollo del pensamiento revolucionario.
La Revolución Bolivariana ha forjado en estos 14 años una conciencia crítica y patriótica, que avanza hacia la construcción del socialismo. Si a esta condición unimos el extraordinario reconocimiento del que goza hoy la Revolución Bolivariana en América, el Caribe y parte del mundo; el respeto con que se escucha el mensaje de su liderazgo en todos los foros internacionales; la capacidad de convocatoria que posee Hugo Chávez, podemos convenir en que en ningún otro país revolución alguna está en condiciones de cumplir el papel que desempeña hoy Venezuela.
La Revolución Bolivariana no detiene su marcha; sigue abriendo brechas. Los más grandes y mejores momentos de nuestra historia están todavía por venir, quizás después del triunfo del 07 de octubre cuando siguiendo el ejemplo de nuestros antepasados aborígenes y padres libertadores, se llenó de gloria al re-legitimar a Hugo Chávez en la Presidencia de la República.
De allí que el proceso que se inició el 7 de octubre, producto del resultado electoral, es un proceso mucho más complejo, más difícil y más peligroso para la Revolución. Debemos internalizar que nosotros llegamos al 7 de octubre luego de un intenso forcejeo de intensas jornadas de lucha; del derramamiento de sangre de muchos compatriotas; de un proceso en el que el pueblo puso de manifiesto su heroísmo, su abnegación su enorme capacidad de aprendizaje y humildad. Así se inicia, pues, una nueva etapa en nuestra Revolución, en la que debemos empezar a ver la política y la vida en general, con una nueva conducta; con unos nuevos valores a través de prácticas virtuosas. Internalicemos lo complejo y profundo de esta nueva etapa, para de este modo descubrir nuevos horizontes que nos permitan liberarnos de la barbarie que representa el capitalismo. Practiquemos, pues, lo que predicamos, porque no hay nada que eduque más que el ejemplo, por supuesto, el buen ejemplo, y nada que desmoralice más que la mentira, el engaño y la burla. Seamos capaces en esta nueva etapa, de ser un pueblo sabio, y encontrar el camino de la justicia, el humanismo, la igualdad, la libertad y la paz.