Familiares de dos jóvenes abatidos en la Morán exigen se haga justicia y dicen que efectivos fingieron el enfrentamiento
Loe deudos de Douglas Diblain Simoza Lezama, de 19 años de edad y de Howard José Márquez Núñez, de 18 años, tío y sobrino, respectivamente, acudieron ayer a la morgue de Bello Monte para retirar los cuerpos y para denunciar un presunto ajusticiamiento de las víctimas a quienes el Cicpc involucra con un doble homicidio y en la desaparición del adolescente Deiker Rodríguez, de 17 años de edad.
Simoza y Márquez resultaron muertos durante un presunto enfrentamiento con funcionarios del Eje Oeste del Cicpc, a las 4:00 de la madrugada del jueves, en el sector Los Pinos, de la avenida Morán, Catia.
Sony Lezama, hermana de Douglas y tía de Howard, denunció que los funcionarios llegaron sin orden de allanamiento y para practicar un allanamiento arbitrario. “Sacaron de la casa a mi madre de 61 años, que es hipertensa y diabética, se llevaron preso a mi hermano, cristiano evangélico, y a Howard y a Douglas los mataron a mansalva”.
A José Ángel Bolanger (21), quien dormía en el cuarto de su madre (Benita Filomena Lezama), le sembraron droga para justificar su detención, según dijo la familia. La versión policial indica que el hombre tenía 6 kilogramos de droga debajo de la cama y fue trasladado a la Unidad de Captura del Cicpc, en El Rosal.
Zurima Lezama y su hijo Howard, dormían en el mismo cuarto. “Cuando golpearon la puerta yo pregunté ¿quién es?, no contestaban, pero abrieron con una mandarria”. “Me preguntaron ¿quién es Howard? y les señalé a mi hijo, que estaba en boxer.
“Lo tiraron contra el piso, lo esposaron con las manos en la espalda y a mí me sacaron por los cabellos, me metieron en otro cuarto, y escuché como tres disparos”, narró la madre del joven, quien contó que junto con su hija estuvo detenida hasta las 10:00 de la mañana del jueves.
El 3 de agosto, Zurima Lezama denunció en la Fiscalía y en el Cicpc al funcionario Alexander Ventura, quien le dijo que “donde viera a mi hijo me lo iba a matar”.
Al desaparecer Deiker, ella supo que buscaban a su hijo, acudió al Cicpc y el comisario Mena le dijo que era un comentario en la comunidad. “Les dije, vayan, investiguen, mi hijo no tiene nada que ver con eso”, contó.
Todo el vecindario sabe quién se llevó a Deiker, pero nadie se atreve a decirlo.
Familiares de Deiker tomaron parte a favor de la familia Lezama, fueron a la Fiscalía y aseguraron que los muchachos no estaban involucrados.
Ella pensaba que Ventura quería dinero y le manifestó que no iba a pagar nada porque su hijo era inocente. En una oportunidad fue a buscarla al barrio, y le dejó su tarjeta a una vecina para que le avisara al llegar Zurima.
A Douglas lo mataron delante de su hermano José Ángel, a quien obligaron luego a empuñar una pistola para hacerla detonar. Era un grupo numeroso de unos 70 funcionarios, entre ellos seis femeninas, cerraron el barrio mientras duró el procedimiento y después llamaron a dos testigos.
Deiker Rodríguez, de 17 años de edad, desapareció el 20 de abril de 2012, cuando según su madre, salió a vender su ipad y su blackberry. Presuntamente se escucharon alrededor de 25 disparos y más nunca volvieron a verlo.
La ropa de su hijo adolescente fue encontrada en un barranco, en el sector de La Acequia, avenida Morán, el 23 de abril de 2012. Hasta ahora las autoridades no han dado con el cuerpo del adolescente. Sin embargo, su madre sostiene que Douglas Simoza, Howard Márquez y el detenido José Boulanger no están involucrados en la desaparición de su hijo.
AA