Los ocho minutos más comentados del cine del año pasado aparecían en la película francesa «La vida de Adèle». La escena de sexo lésbico en ella es tan explícita y prolongada (honestamente, parece agotadora) que el drama adolescente de tres horas de Abdellatif Kechiche podría confundirse con pornografía.
A pesar de todo el debate moral con respecto a un director de 52 años diciéndoles a dos actrices adolescentes desnudas que se convirtieran en nudos marineros humanos, la película ganó la Palma de Oro en el festival de cine de Cannes y obtuvo reseñas increíbles.
La mayoría de los críticos estuvo de acuerdo en que «La vida de Adèle» no era una película pornográfica; era un honesto y resuelto retrato del primer amor.
Esta película no fue una excepción.
Una detrás de la otra
Si uno revisa la lista de las películas de 2013, podría pensar que los directores de hoy en día sólo piensan en sexo.
«Paraíso: amor» se centra en una madre soltera austríaca que se va de vacaciones a Kenia y usa a los locales no sólo como guías turísticos. «Joven y bonita» de François Ozon nos cuenta sobre una colegiala de París que comienza su carrera como prostituta.
Gwyneth Paltrow y Mark Ruffalo, por su parte, descansaron de salvar al mundo en «The Avengers: los Vengadores» y participaron en «Amor sin control», un drama sobre un grupo de rehabilitación para adictos al sexo.
La biografía, «Lovelace», muestra a Amanda Seyfried como la estrella del film revolucionario de los años 70, «Garganta profunda». Joseph Gordon-Levitt personificó en «Don Jon» personificó a un camarero de Nueva Jersey que mira varias veces por día pornografía en su computadora, a pesar de tener de novia a Scarlett Johansson.
La moda continúa este año.
Los espectadores recibirán no una, sino dos películas estadounidenses que tratan sobre trabajadores sexuales inusuales.
Sin embargo, antes de estas películas, hay otra que promete generar tanta polémica como «La vida de Adèle». «Nymphomaniac» − o «Nymph()maniac», como está escrito de manera sugerente en los afiches – de Lars von Trier es una serie de cuatro horas de aventuras carnales excéntricas y experimentales.