*** Una oposición que aspire merecerse el poder debe estar a la altura de las circunstancias y debe presionar al gobierno a que rectifique, a que respete los derechos humanos, a que gobierne para todos con eficiencia.
Con catorce años de gobierno ininterrumpido resulta inconcebible que cierto liderazgo de la oposición continúe sacando cuentas que no cuadran. Pensar que salir del gobierno solo apostando al descontento popular sin labrar un discurso que conecte con los sectores populares y que está fundamentado prioritariamente en el mediatismo, ha sido una mala praxis que no ha dado resultados a la luz de los hechos. Se avanza, como dicen los hípicos, pero no se le llega a la distancia.
La situación obliga al liderazgo emergente a mucho más que la política de laboratorio. Ya el escenario mediático es cosa del pasado y se hace indispensable sudar la camisa, ensuciarse los zapatos y subir cerros para explicarle a la gente el fracaso de este sistema. Ello supone orientar la lucha opositora en la construcción de una unidad monolítica que logre integrar a la diversidad y espantar de una buena vez los efectos personalistas y grupales que han generando confusión y desencanto.
La gente se cansa…
El gobierno en estos catorce años de continuismo ha logrado sobrevivir por la fortuna de los elevados precios del petróleo que les han facilitado un flujo de caja para amasar el populismo y hacerse de grandes corporaciones privadas para tener el control de la nómina laboral del país, lo cual le permite paliar el descontento bajo el amedrentamiento y el chantaje. Otro detalle que ha permitido la subsistencia del gobierno proviene de la recurrente subestimación de algunos factores políticos que actúan como si la situación no fuera de cuidado extremo. A ello se le suma que los sectores populares, ahora en menor proporción, pero suficiente para conservar pueblo, continúan identificados con el discurso que dejó Chávez que ahora a duras penas, trata de manejar Maduro.
También la fuerte presión sobre los poderes autonómos son una piedra de tranca que limita el libre albedrío y condiciones equitativas. Difícil avanzar con un CNE pusilánime, una contraloría que solo ve por un lado, una fiscalía que obedece a la línea oficial.
Ante esta realidad que no son las únicas, el liderazgo opositor no puede continuar sacando malos cálculos ni cuentas que no cuadran. El tiempo se agota, la gente se cansa y son necesarios resultados concretos tras catorce años de bandazos.
Eventos como el paro decembrino y la inasistencia en las elecciones legislativas y la ambigüedad con el tema de las protestas, son episodios que deben ser borrados y reemplazados por un oportuno desprendimiento que permita una estrategia coherente y unitaria.
La transición política
ha tardado en madurar
El ejemplo chileno, que tanta sangre costó al país hermano tuvo al final la ventaja de que el liderazgo político dejó a un lado los intereses personales y grupales para lograr el objetivo que era sacar a Pinochet del poder. Venezuela tuvo que realizar hasta unas elecciones primarias para seleccionar a sus abanderados, ejercicios democráticos que en circunstancias comprometedoras, siempre dejan cicatrices, además del afán de otros por sobresalir.
Los cálculos malos comienzan cuando no hay unidad real, tangible, palpable. Cuando cada quien anda por su lado a ver de que manera sobresale.
La transición política en Venezuela ha tardado en madurar.
Hoy los tres líderes visuales están en desventaja. Capriles se mantiene a la expectativa luego de una difusa participación en el tema de las protestas. López asumió el liderazgo y terminó encarcelado, bien por creer en la justicia o pretender potenciar su imagen en situación de víctima y Machado, mancillada y despojada de su inmunidad y perseguida.
Ledezma, el cuarto en discordia, con oficio y madera, subyace condenado por sus propios compañeros de alianza, como un sobreviviente de la cuarta. Todo eso han sido ventaja que ha aprovechado un gobierno en declive como el de Maduro que con el fin de mantenerse en el poder es capaz de usar todas sus herramientas aún rayando la constitución. Es capaz y mucho mas, y lo ha demostrado.
Por eso, una oposición que aspire merecerse el poder debe estar a la altura de las circunstancias.
La búsqueda de entendimientos controlando las pasiones internas debe ser la agenda prioritaria de la MUD.
Un gran foro es necesario para acercarse al momento que exigen los ciudadanos.
Hay que presionar al gobierno a que rectifique, a que respete los derechos humanos, a que gobierne para todos con eficiencia. Hay que apretarlo.
Aún falta tiempo para una cita electoral, pero la oposición necesita claridad y credibilidad para cualquier coyuntura por difícil que sea.
Este puede convertirse en el momento estelar de la política opositora.
La política es una caja de sorpresas y nunca se sabe cuando hay vientos huracanados.
Estamos frente un árbol de raíces secas, que no se cae, porque nadie lo empuja.
ARENA Y CAL
*** MEGA APAGÓN. Ha pasado suficiente tiempo como para que el gobierno no siga ofreciendo excusas con relación al tema de la electricidad, que es de su absoluta competencia y responsabilidad. Ya no caben los culpables del sabotaje, ni la iguana, ni la cuarta república. El ministro Chacón al asumir el cargo dijo que si en cien días no resolvía el tema pondría su cargo a la orden. Desconocemos como cuenta las horas. Y no especificó si lo haría en la mañana o en la tarde. Mientras tanto, el problema se agudiza.
*** NI SIMONOVIS salió en libertad, ni Leopoldo será juzgado en libertad, ni hay juicios justos contra los estudiantes. La administración de justicia sigue siendo uno de los grandes lunares del gobierno.
*** CONTINÚAN las empresas privadas cambiando de manos. Ahora es la divisa de basket, Gaiteros del Zulia que pasa a manos de un ministro, cantante y expelotero, para más señas. La mayoría accionaria estará en manos de un testaferro y el resto, con los antiguos dueños del equipo, que, aparentemente, lo seguirán gerenciando. La transacción anda por el orden de los dos millones de dólares, que ni ganando un premio Grammy se produce en tan poco tiempo.
*** INSEGURIDAD. Nos sigue consumiendo la inseguridad. En Margarita se ha desatado una terrible oleada de violencia. Guarenas y Guatire siguen en el candelero, Caracas y Miranda ni se diga. El Plan Patria segura hace aguas.
La página de Jairo Cuba
Jairo Cuba