Desde sus 20 años de edad la economía informal se convirtió en la mejor opción para ganarse la vida y salir adelante
Como una buena opción para quien, por ejemplo, olvidó comprar algún presente a quienes esperan en casa, en eso se han convertido los vendedores ambulantes que en cada avenida de las grandes ciudades de Venezuela expenden diferentes artículos como CD’s, cartillas para colorear, flores y otros elementos.
José Córdoba lleva 30 años ganándose de la vida de una manera honesta, y nos cuenta que las avenidas Las Delicias y El Avión, de Maracay, en el estado Aragua fueron las que lo vieron iniciarse con tan sólo 20 años de edad, en el comercio ambulante, convirtiéndose ésta en la mejor opción para ganarse la vida de la manera más honesta.
Bajos ingresos
Debido a posibilidades económicas, logró culminar sus estudios hasta sexto grado, por lo que los ingresos familiares fueron disminuyendo, en el que decidió independizarse económicamente.
Años después emigra a la Gran Caracas, ciudad en la que la Avenida Francisco Fajardo, Parque del Este y Altamira sirvieron como la mejor opción para comercializar sus flores, donde la jornada laboral comenzaba a las siete de la mañana hasta las seis de la tarde.
En algunas ocasiones José se traslada hasta La Guaira para vender flores a la orilla de la playa y también en Maiquetia, destaca que aunque el trabajo es duro y agotador, la ganancia a fin de mes le vienen muy bien para el pago de sus necesidades.
Actualmente José trabaja en la Avenida Intercomunal Guarenas Guatire, a la altura de Macro, en Guarenas, donde en compañía de otros hombres se dedica a ganarse la vida para llevar el pan de cada día a su hijo. José destaca que entre semana aprovecha cualquier día en el que note que las ventas están bajas para ir hasta Caracas a comprar la mercancía.
Con una mirada emprendedora, José comenta que desde hace ocho años debe encargarse de su hijo, ya que su esposa murió, y ahora las ganas de darle educación de calidad a su muchacho y sacarlo honestamente adelante, son las cosas que lo motivan a levantarse a trabajar cada mañana.
Dignora Zea Fernández
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