La escasez de tarjetas recargables y de las fichas token generan largas colas de los usuarios para poder abordar los trenes de la ruta ferroviaria Caracas-Tuy
Viajar desde los Valles del Tuy a la ciudad de Caracas, a través del sistema ferroviario, se ha convertido en una tortura para los usuarios de este medio de transporte, ya que deben soportar largas colas para adquirir una ficha token que les permita el acceso a los vagones del tren perteneciente al Instituto Ferrocarrilero de Venezuela, (IFE)-.
En oportunidades en la estación Charallave-Sur, la fila de usuarios, para comprar la moneda, llega hasta las afueras de las instalaciones del ferrocarril. Rosa Margarita Hernández, vecina del sector El Cartanal de Santa Teresa del Tuy, narró que se ha visto en la necesidad de hacer las colas hasta por 30 minutos, “porque las fichas están escasas y ahora se echan en una cesta plástica que es vigilada por el personal del IFE”, relató.
También se refirió a la escasez de las tarjetas recargables por falta de material para su elaboración, según informan los trabajadores del IFE.
Salvajismo total
Abordar un vagón en cualquier estación del sistema ferroviario en horas picos es casi imposible, ya que el salvajismo se pone de manifiesto. Y es que cuando los trenes están arribando a la estación La Rinconada, por sólo citar un ejemplo, los usuarios se abalanzan hacia las puertas de la locomotora para entrar a la fuerza y poder llegar hasta los asientos.
“Acá no se respeta si es mujer, anciano o niño porque el grueso de los usuarios es salvaje e ingresa a los vagones de manera violenta y ya adentro las personas saltan hasta por encima de los asientos”, contó Pedro Infante, quien vive en Cúa. Dijo que mayormente espera que las personas suban a los vagones para después, si queda un “huequito”, meterse.
El deterioro de los baños para caballeros en la estación Charallave-Norte es evidente. Los lavamanos fueron retirados de su sitio, los vidrios están manchados y de los tres urinarios dos están fuera de servicio.
“Es ilógico que el Gobierno Nacional nos someta a un plan de racionamiento de agua, mientras los urinarios de los baños botan el líquido las 24 horas”, expresó Daniel Castro a la salida del sanitario.
Es oportuno destacar que los baños de las estaciones de Cúa y La Rinconada están cerrados al público, mientras que una de las escaleras mecánicas de la estación Charallave-Norte tiene más de dos semanas fuera de servicio.
¿Y la inclusión social qué?
Las mujeres que hacen mantenimiento a los baños en las estaciones del ferrocarril en Charallave no devengan un salario del IFE y sólo reciben como ingreso las propinas de los usuarios. El baño más aseado es el de Charallave-Sur, donde las cuidadoras invierten buena parte de sus propinas en la compra de productos de limpieza. El llamado de las féminas es al IFE para que las incluyan en la nómina de esta empresa Estatal. “Nosotras nos preguntamos ¿dónde está la inclusión social de la que habla el gobierno?”, dijo una de las entrevistadas.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
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