LA ex rehén advirtió que si eventualmente se logra la paz con la guerrilla se les debe dar garantías a sus integrantes para que no vayan «a ser víctimas de terroristas actuando en la oscuridad del anonimato y desde la ilegalidad. Para lo cual se necesitarán esquemas de protección adecuados»
Tras ser liberada Betancourt dejó Colombia y se marchó para Europa. Actualmente vive en la ciudad inglesa de Oxford, donde adelanta una maestría en teología.
BOGOTA. La ex rehén colombo-francesa Ingrid Betancourt dijo el domingo estar optimista con el proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, cuya mesa de negociación se instalará la próxima semana en Oslo, Noruega.
«Sí, soy optimista (con el proceso de paz). Creo en el género humano», aseguró Betancourt, de 50 años, en una entrevista con el diario bogotano El Espectador.
«El gran avance de esta negociación es que por primera vez las FARC aceptan entregar las armas», dijo. Advirtió que si eventualmente se logra la paz con la guerrilla se les debe dar garantías a sus integrantes para que no vayan «a ser víctimas de terroristas actuando en la oscuridad del anonimato y desde la ilegalidad. Para lo cual se necesitarán esquemas de protección adecuados».
Para la ex rehén (2002-2008), a lo largo de las conversaciones entre el gobierno y la guerrilla pueden presentarse problemas en fases «en las cuales se necesite recobrar información que necesariamente esta descentralizada. Como, por ejemplo, en un proceso de resarcimiento a las víctimas… la recuperación de cadáveres, la posibilidad de saber dónde están enterrados, de qué manera murieron, si hubo ejecuciones sumarias».
Señaló que en esos temas «puede haber una ausencia de rigor en la documentación, porque la tropa no lleva un registro de los hechos de manera sistemática». Tras ser liberada Betancourt dejó Colombia y se marchó para Europa. Actualmente vive en la ciudad inglesa de Oxford, donde adelanta una maestría en teología.
«El archivo de las FARC (las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) está ante todo en la cabeza de cada uno de» sus guerrilleros, enfatizó Betancourt, quien en 2002 fue candidata a la Presidencia de la República.
El presidente Juan Manuel Santos anunció el 4 de septiembre que había llegado a un acuerdo marco con las FARC en La Habana, Cuba, para iniciar diálogos de paz. El mandatario advirtió, sin embargo, que los operativos militares contra la guerrilla seguirían en todo el país.
Para Betancourt, «un proceso de paz como el que requiere Colombia, necesita de la unidad nacional. Tiene que haber un consenso, una disposición de los corazones para asumir los retos y los riesgos que implica este proceso de paz. Tenemos además que estar listos para asumir cualquier fracaso, porque necesitamos tener la libertad para ir hasta el final», señaló Betancourt, quien es amiga personal de Santos.
Agregó que si se concreta un proceso de paz lo mejor que el gobierno y la sociedad colombiana pueden ofrecer a las FARC, más que dinero y poder, es respetabilidad porque «ese es el mayor activo que se tiene como ser humano».
Para la ex rehén, «es muy difícil el perdón. Sin duda. Pero la recompensa al perdón es la tranquilidad de nuestros hijos, de nuestros nietos. Es la oportunidad de una Colombia próspera… Tenemos la obligación de perdonar, para dar a las generaciones futuras la posibilidad de conocer una Colombia distinta».