A las miles de víctimas de la represión política hay que agregar los millones de víctimas de la agresión económica oficialista contra el pueblo: Un millón doscientos mil niños están trabajando en vez de estudiar
El padre del estudiante Clider Martínez votó por Nicolás Maduro el 14 de Abril de 2013. Cuando diez meses después, en febrero de 2014, su hijo se unió a la protesta estudiantil y ciudadana que se produjo a raíz del intento de violación a una estudiante en San Cristóbal, seguramente pensó “bueno, los estudiantes siempre han protestado en este país, y además lo de la inseguridad no es mentira”. Lejos estaba de imaginar que el Gobierno por el que votó pondría preso a su hijo de 18 años, y que además lo mandaría a una prisión inmunda y peligrosa, “El Rodeo” III.
Pero no es la familia de Clider Martínez la única que este domingo tendrá severos obstáculos para celebrar nada: Hoy en Venezuela, el Día del Padre encuentra a los papás de Bassil Da Costa y de Roberto Redman llorando aun la muerte impune de sus hijos, asesinados el pasado 12 de Febrero. Este Día del Padre encuentra a Leopoldo López Gil y a Armando Coello sin poder abrazar a sus hijos Leopoldo López y Marcos Coello, pues ambos sufren una prisión tan absurda como injusta. Este Día del Padre habrá hijos como Ivana Simonovis y Vicente Escarano que estarán lejos de sus padres, o que solo podrán abrazarlos entre barrotes y cerrojos, a pesar de que sus padres no han cometido delito alguno. Como ellos, miles de familias venezolanas pasarán este Día del Padre con una cicatriz reciente, una ausencia, o abrazando a un hijo sujeto a la amenaza de un proceso judicial que es realidad un chantaje desmovilizador, aplicado por orden de un poder vengativo.
A estas miles de víctimas de la represión política hay que agregar los millones de víctimas de la agresión económica oficialista contra el pueblo: Un millón doscientos mil niños están trabajando en vez de estudiar. De ellos, un millón cien mil están en las garras de la informalidad económica.
Los “afortunados” están embolsando víveres en abastos y mercados, vendiendo chucherías en las calles o trabajando sin percibir absolutamente ningún ingreso, al ser utilizados como “ayudantes familiares” en los emprendimientos informales de sus padres. Pero hay muchos que la están pasando mucho peor: Doscientos mil niños venezolanos están “ocupados” en lo que expertos llaman “circuitos de subsistencia económica asociados al delito”: niños y adolescentes traficando drogas, vendiendo armas, sirviendo de “aguantadores” o vendiendo directamente artículos provenientes del delito. Si le parecen terribles estas cifras proporcionadas por ATRAEM (Asociación de Trabajadores, Emprendedores y Microempresarios), le informo: ¡Son del 2006!, cuando aún no había empezado el deterioro masivo de la economía y cuando aún el Diosdado-Madurismo no había aplicado el actual Paquete Económico que, según el INE, ha producido dos millones de nuevos pobres sólo entre el segundo semestre de 2012 y el segundo semestre de 2013. Es decir, las cifras de hoy pueden ser mucho, pero mucho peores.
Todos estos niños tienen padres, padres que en muchísimo casos no han cumplido con su rol de tales, padres cuyas vidas también han sido destruidas al caer en ese “Triángulo de las Bermudas” que terminó siendo el llamado “socialismo del Siglo XXI”, y cuyos vórtices son: Destrucción del empleo, hampa desbordada e impunidad y sinvergüenzura garantizada a todo aquel que sea sumiso a los dueños del poder.
Ser padre hoy en Venezuela es desafiar, enfrentar y vencer la injusticia. Es lo único digno, lo único amoroso para con nuestros hijos. ¡Palante!
¡Con Chataing, por la libertad de expresión!
En la madrugada del miércoles 11 lo anunciamos en Del Dicho al Hecho; en la mañana reiteramos la invitación en los programas radiales de César Miguel Rondón y de Luis Chataing y en El Radar de los Barrios. Eso bastó para que en la tarde miles de caraqueños se congregaran en la Plaza Alfredo Sadel para participar en la transmisión en vivo de Conexión750, y dar así vivo testimonio de su solidaridad con el comunicador y humorista Luis Chataing, cuyo programa quedo fuera de la pantalla de Televen por presiones del gobierno. Allí dijo Luis, fuerte y claro: “No dejaré que me callen!”. Así es, Luis: Somos la voz de la calle. ¡Quéla calle no calle, compañero!
Al maestro, con cariño
Laurentzi Odriozola es una leyenda viviente del periodismo venezolano. Fue Jefe de Redacción de aquel primer Diario de Caracas, allá, por 1979, experimento editorial dirigido por Tomas Eloy Martínez y que tanta calidad, garra y obsesión por la forma aportó al oficio. En la actualidad es director de NotiTarde, y junto a su equipo logró a pulso convertir ese periódico en el más vendido y más leído del centro del país. Hoy enfrenta, una vez más, una canallada con la que el poder intenta, literalmente, “sacarlo del medio”. Como no han podido comprar NotiTarde ni han logrado que se autocensure, pretenden ahora descabezarlo. Nuestro abrazo solidario a El Vasco, maestro de generaciones enteras de comunicadores.
¡Aquí lo único “mundial” es seguir la protesta!
Primero el régimen apostó a que el carnaval diluiría la protesta estudiantil y ciudadana entre bombas de agua y papelillos. Se equivocó. Luego creyeron que la Semana Santa acabaría con la movilización popular, entre playazos y carreteras. Y se volvieron a equivocar. Ahora sueñan con que el Mundial de Fútbol sepulte los reclamos ciudadanos y que, con la atención popular concentrada en 22 pares de botines y un balón, podrán incrementar impunemente represión y paquetazo. Se equivocan una vez más: El Mundial pasa, pero el hambre queda. Tras 15 años de desgobierno y cuatro meses de represión, cualquier respiro se agradece. Pero la crisis política en Venezuela está montada sobre una crisis económica que se expresa en hiperinflación y una crisis social que se manifiesta en la inseguridad atroz. La protesta (pacífica, constitucional, democrática) seguirá mientras sus causas profundas persistan. Y, como bien dijo el diputado Tomás Guanipa, secretario general de Primero Justicia, “si un gobierno deja de serle útil al país tiene que cambiar o tiene que irse”.
Radar de los Barrios
Jesús Chuo Torrealba
Twitter: @chuotorrealba