José Ramón Luque Azuaje, de 65 años de edad, presentó una herida de bala a quema ropa en la región inframaria que le causó la muerte de manera inmediata
Una discusión marital dejó saldo de un hombre muerto y una mujer herida. La pareja protagonizó la acalorada disputa la madrugada de ayer, en una vivienda de la calle Caroní del sector San Basilio de Ocumare del Tuy.
El confuso hecho está siendo investigado por los detectives del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de los Valles del Tuy, quienes acudieron al sitio del suceso. El ahora occiso fue identificado por las autoridades como José Ramón Luque Azuaje, de 65 años de edad, conocido cariñosamente como “El Gordo” mientras que la herida responde al nombre de Flor Eudiria Martín García (47).
La fuente reveló que Luque presentó un disparo a quema ropa en la región mamaria izquierda que le produjo la muerte de manera inmediata. La fémina tiene una herida cortante en la mano izquierda y un golpe contundente en la cabeza. Está recluida en el hospital de Ocumare del Tuy.
Los hechos…
Preliminarmente los detectives del buró judicial conocieron que entre la pareja surgió una fuerte discusión, a eso de las 5:30 de la madrugada de ayer. En medio del hecho, Martín García fue golpeada en la cabeza por su cónyuge, con quien tenía diferencias. Al parecer la fémina tomó un frasco con salsa de tomate y se defendió por lo que su consorte desenfundó un arma de fuego, presuntamente calibre 22, y la amenazó. La mujer contó a los investigadores que en un descuido de su marido logró escapar de la casa y a los minutos escuchó una detonación. En ese momento se percató que tenía su mano izquierda cortada. Según dijo esa herida se la ocasionó cuando partió el envase de vidrio.
Todo hace presumir que Luque Azuaje se quitó la vida, sin embargo en horas de la tarde la ahora viuda era sometida a exámenes de Análisis de Trazos de Disparos (ATD), para determinar científicamente si disparó o no.
Una fuente reveló que entre la pareja existían marcadas diferencias, al extremo que el hombre pernoctaba en la parte delantera de la casa, y la mujer en una habitación al fondo del inmueble.
Es importante destacar que Luque Azuaje, quien desde hace varios años se dedicaba a la gestoría de documentos, era ampliamente conocido en el poblado.
MIP-TUY / Jean Carlos Rodríguez
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