Ante las pruebas presentadas por el Ministerio Público, fue condenado a 30 años de prisión el belga Armand Callaar (69), quien admitió su responsabilidad en la muerte de su hija Caroline Callaar (44) y de su yerno Karel Petrus (57), cuyos cuerpos fueron encontrados el 14 de octubre de 2012, en la posada Villa Serena, ubicada en el municipio Antolín del Campo, Isla de Margarita, estado Nueva Esparta.
En el inicio del juicio, la fiscal 5° de esa jurisdicción, Brenda Alviarez, ratificó la acusación contra el hombre por la comisión de los delitos de homicidio intencional calificado por motivos fútiles y agavillamiento, previstos en el Código Penal.
Luego de la admisión del hecho por parte del sexagenario belga, el Tribunal 1° de Juicio de Nueva Esparta dictó la referida sentencia condenatoria contra Callaar, quien permanecerá recluido en el Internado Judicial de la Región Insular en Porlamar.
Las víctimas fueron encontradas en horas de la mañana del citado día, en la habitación principal de la mencionada posada, situada en la calle El Trigal del sector El Tirano. Los cuerpos estaban maniatados, amordazados y con heridas de arma blanca.
Tras la investigación, se determinó la responsabilidad de Callar con la muerte de su hija y yerno, por lo que fue detenido por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, el 15 de octubre de 2012, tras una orden de aprehensión solicitada por el Ministerio Público y acordada por el Tribunal 4° Control de Nueva Esparta.
Agencias