Por cuentagotas van llegando los jugadores de la Selección Nacional de Baloncesto a Margarita
Se ha complicado la preparación del baloncesto para el campeonato suramericano que tendrá lugar en La Asunción, Margarita, entre el 24 y 28 de julio, dada la tardanza en incorporarse la veintena de jugadores convocados por la federación y el técnico Néstor García.
Por cuentagotas se han reportado los preseleccionados, incluso forzando la llamada de otros a petición del entrenador y ante la defección de algunos. Esa demora, por supuesto, afecta el ensamblaje de los esquemas ofensivos y defensivos, vitales para un trabajo de conjunto que responda a las exigencias del certamen.
Aunque los principales competidores, Argentina y Brasil, presentarán cuadros alternos (dada la asistencia de sus “clavos” al Mundial en España), esos y otros serán duros rivales. Como se ha comprobado en otras oportunidades, el desarrollo de la disciplina en esos países permite la formación de cuadros diferentes (sin todas sus grandes figuras), pero con suficiente capacidad competitiva.
Con la llegada de dos jugadores de Cocodrilos, Luis Bethelmy y Jesús Centeno, habían reportado hasta ayer a Margarita 13 de los llamados. A ellos se unirá hoy el centro Miguel Marriaga, de Toros y mañana esperan a Néstor Colmenares, de los saurios.
Grégory Vargas y Rafael “Chamo” Pérez, otros convocados, disputan la postemporada en Puerto Rico, por lo que llegarán al finalizar ese compromiso. Y en cuanto a Donta Smith, por sus compromisos en Europa y un viaje a Estados Unidos, solo podrá estar con el grupo para la segunda semana de julio.
En la isla entrenan, además de los mencionados, Elder Jiménez, los mirandinos José “Grillito” Vargas y Jhornam Zamora, César García, Lenín López, José Bravo, Luis Valera y Miguel Ruiz (incorporado a última hora a petición del DT) y Juan Coronado. Este último, natural de Margarita, es considerado pieza importante pues, junto a Marriaga, son candidatos principales a ocupar el puesto dejado por el guatireño Grégory Echenique, lesionado.
El hecho de que la mayoría de los jugadores conoce los sistemas de García y la experiencia de este, que sabe adaptarse a las circunstancias para sacar el mayor provecho al grupo, mantiene el optimismo de que, para la fecha del campeonato, la selección venezolana esté en condiciones de luchar por el título, objetivo de esta participación que tiene el detalle importante de la sede.
La única vez que Venezuela ganó el suramericano fue en 1991, cuando se realizó en el Forum de Valencia.
AN