El presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney se atrincheraron este lunes con sus asesores a fin de prepararse para alcanzar sus objetivos en el debate del martes. El mandatario está determinado a recuperarse de una presentación deprimente en el primer debate, mientras que el retador trata de pulir las habilidades que mostró en dicho encuentro y que le permitieron reducir la ventaja ante el demócrata en las encuestas.
Los dos saben que el resultado de las elecciones del 6 de noviembre podría depender del debate estilo asamblea municipal, donde los candidatos tomarán preguntas de los votantes entre el público en la Universidad Hofstra, de Hempstead, en el estado de Nueva York, exactamente a tres semanas de que los electores acudan a las urnas para votar en la reñida contienda por la Casa Blanca.
Como millones de estadounidenses han comenzado a votar por adelantado, quien cometa un traspié tendrá pocas oportunidades de recuperarse. El lunes comenzó el voto por adelantado en 43 estados de los que 50 que tiene el país.
El resultado en los estados indecisos —aquellos que no tienen definida su tendencia como republicanos o demócratas— son de vital importancia para el sistema electoral estadounidense porque el presidente no es elegido por voto popular, sino por contiendas estado por estado.
Las dos campañas trabajan afanosamente en los nueve estados más peleados: Colorado, Florida, Iowa, Nevada, Nueva Hampshire, Carolina del Norte, Ohio, Virginia y Wisconsin, para conseguir el apoyo de los que votarán por adelantado y persuadir a los indecisos de respaldar a su candidato.
La campaña de Obama sacó un nuevo anuncio de televisión enfocado en la economía, el tema que ha dominado estos comicios.
También el lunes el candidato republicano a vicepresidente Paul Ryan criticó a Obama por el manejo del déficit, en una visita a su natal Wisconsin. Agregó que aunque el presidente heredó una situación difícil, sus políticas sólo la han empeorado.
Mientras, Obama se instaló el lunes en un club de golf de Williamsburg, Virginia, para otro día completo de práctica con sus colaboradores. Entretanto, Romney pasó gran parte del tiempo practicando cerca de su residencia en el área de Boston.
La campaña demócrata también buscaba atacar al ex gobernador de Massachusetts por lo que considera es una fuerte disposición a cambiar de punto de vista para volverse más atractivo a los electores. Mucha de la presión para el debate de mañana recae en Obama, cuyos asesores reconocen que llegó al primero con menos práctica —y mucha menos energía— de la esperada.
Por su parte, la gente de Romney dijo que el ex gobernador de Massachusetts estará preparado sin importar los ajustes de Obama.
AP