Francia se tuvo que emplear a fondo para derrotar a Nigeria y avanzar a los cuartos de final del Mundial
Francia sufrió demasiado para batir a una dura Nigeria y superar el muro que supuso su portero Enyeama, pero aprovechó los únicos dos errores del guardameta africano para anotar y avanzar a los cuartos de final del Mundial de Brasil.
El 2-0 fue mucho premio para una selección francesa dominada durante buena parte del partido y un duro castigo para Nigeria, que no supo resolver la eliminatoria cuando la tuvo a mano.
Como boxeadores, Francia y Nigeria dedicaron los primeros minutos a estudiarse, pero en ese ejercicio fueron mucho más aplicados los africanos, que identificaron mejor y más rápido los flancos más débiles de los galos.
Tras esos primeros escarceos, Nigeria se adueñó del partido, se soltó y puso en constantes aprietos a una defensa francesa que lucía perdida ante la habilidad de Odemwingie, que tomó la batuta de las Águilas.
En la banda izquierda de la defensa francesa Evra dejaba enormes huecos por los que Odemwingie andaba como por su casa, en sociedad con el veloz Moses.
Francia no reaccionaba. Intentaba alguna contra, pero chocaba una y otra vez con una defensa nigeriana a veces errática, pero siempre firme y por momentos ruda, pero con toque para salir jugando.
El dominio de las Águilas pareció tener premio en el minuto 18, cuando Emenike llegó a batir al portero Lloris. El gol fue anulado por posición adelantada y fue sólo un susto para Francia, pero dejó claro quien mandaba hasta ese momento.
Los galos ensayaron alguna reacción, pero sin éxito. En su mejor oportunidad, un fuerte remate de Pogba se encontró con Enyeama, un portero que es una verdadera pesadilla para los atacantes.
Con sus líneas más adelantadas, Francia tuvo más el balón, pero aún así no amenazaba. Valbuena buscaba el desborde por la derecha y Pogba se insinuaba como el jugador más peligroso de un conjunto galo en el que Benzema y Giroud brillaban por su ausencia.
En la segunda etapa Nigeria se cuidó más. Mantuvo la posesión del balón, pero le bajó algunas revoluciones a su fútbol. Tocó con más cuidado, pero perdió velocidad y con ello sorpresa.
El juego se enredó en el medio y se puso espeso.
Pero la primera oportunidad real del segundo tiempo fue francesa y surgió de los pies del desaparecido Benzema, que tras una bonita pared quedó solo ante Enyeama y chocó con el verdadero muro que es el portero nigeriano.
Francia comenzó a creer. Asustó otra vez con Benzema y, sobre todo, detuvo el aliento de los nigerianos con un furibundo pelotazo de Cabaye que se estrelló en el travesaño con Enyeama ya vencido.
La presión fue entonces toda gala y la respuesta vino siempre de la dura resistencia de Enyeama, que finalmente se desmoronó en el minuto 79 con un cabezazo de Pogba tras un mal despeje del propio portero.
En el minuto 90, Griezzmann, que había ingresado por Giroud, se adelantó al portero en un centro y garantizó la victoria francesa cuando el árbitro anunciaba cinco minutos de tiempo añadido que no le valieron a los nigerianos para alterar el marcador.