El diputado Stalin González, coordinador del Bloque Parlamentario de la Unidad, mostró su rechazo a la nueva suspensión de la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional, ratificando su exigencia al PSUV para que permita el funcionamiento efectivo del Poder Legislativo venezolano.
A continuación el comunicado emitido:
Los diputados de la alternativa democrática fuimos informados ayer de que la Directiva de la Asamblea Nacional había decidido suspender la sesión ordinaria del martes 1° de julio de 2014. Parece evidente que la incapacidad de los dirigentes del PSUV para resolver sus disputas internas ha sido el motivo para volver a darle la espalda al país.
Al suspender la sesión vuelven a negarle al pueblo venezolano los espacios del Parlamento venezolano para debatir sobre sus problemas reales, sobre la inseguridad, sobre el alza de los precios de los productos vitales, la escasez de alimentos y medicinas, sobre la bancarrota de PDVSA y el endeudamiento de Venezuela.
El PSUV no quiere debatir públicamente la carta del ex ministro Jorge Giordani que ha expuesto sus miserias internas, la corrupción que carcome la gestión pública del Estado venezolano, el terrible juego de intereses facciosos que domina al gobierno, en fin, las expresiones del fracaso más absoluto del modelo económico y político que el gobierno de Nicolás Maduro ha pretendido seguirle imponiendo a Venezuela.
En un país que reclama soluciones, que necesita propuestas, que exige un debate nacional, la bancada oficialista decide suspender una sesión parlamentaria donde se debieron debatir las propuestas para solucionar los muchos problemas que aquejan al país.
La dependencia política de la Asamblea Nacional hace de nuevo su triste aparición para demostrarnos que los conflictos internos del partido oficial, son prioritarios frente a los dramas nacionales. La necesidad de acallar las voces críticas de quienes, hasta ayer, fueron parte de la élite gubernamental, es la verdadera prioridad de la Directiva de la AN. Silenciar es la táctica recurrente entre quienes no tienen la fortaleza para enfrentar la crítica. Una dirigencia sectaria cada día más alejada de los problemas reales, negada a reconocer la legitimidad de cualquier pensamiento distinto, dominada por una ineficiencia y corrupción que ha empañado toda iniciativa, cegada con un discurso panfletario que disimula los problemas en vez de enfrentarlos, que evade culpables, que alarga el vía crucis que sufren los venezolanos.
Ante la crisis, la única respuesta es el silencio y la parálisis, ante el malestar, el desprecio y la parálisis, ante la inmensidad de los problemas del país, demagogia y parálisis indolente. La Asamblea Nacional ante el país solo responde con parálisis.
A pocos días de entrar en vacaciones parlamentarias el balance legislativo indica que no hemos hecho, como parlamentarios, nuestro trabajo. Nuestra labor contralora ha sido relegada a capricho oficial, siendo degradada a simple brazo legitimador del Ejecutivo. Mientras que Venezuela ha vivido los primeros seis meses de uno de los años más difíciles de su historia reciente, su principal órgano legislativo ha trabajado poco, dominado por el capricho del PSUV.
Desde el Bloque Parlamentario de la Unidad, lamentamos profundamente la irresponsabilidad de las cúpulas del PSUV que controlan la Asamblea Nacional y ratificamos nuestra exigencia para que se le permita funcionar Poder Legislativo venezolano, para que éste se convierta efectivamente en el foro político de los problemas nacionales, que se le permita al Parlamento controlar el funcionamiento del poder y que se empiece a legislar de cara al país, para contribuir con la resolución de la profunda crisis que vivimos todos los venezolanos. Nosotros, una vez más, exhortamos a la dirigencia gubernamental a recuperar la labor democrática del Parlamento.