Venezuela enfrenta el séptimo período de mayor sequía de los últimos 60 años, tal y como revela el más reciente informe del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), lo que ha ocasionado la drástica reducción en los niveles de reserva de agua potable en importantes embalses y de las cuencas hidrológicas que surten al sistema eléctrico.
Por este motivo, el Gobierno Nacional ejecuta acciones para minimizar los efectos que esta situación climatológica pueda ocasionar en la calidad de vida de los venezolanos.
«Estamos trabajando para hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que la población padezca lo menos posible los efectos de este cambio climático del cual no podemos escapar», indicó el ministro de Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, en declaraciones recientes.
Informó que del total de 62 embalses que abastecen al país de agua potable, 14 se encuentran actualmente por debajo de sus niveles óptimos, por lo que el Ejecutivo aplica planes especiales de abastecimiento en algunas regiones de la geografía nacional.
«14 embalses están por debajo de sus promedios históricos afectando principalmente a tres regiones: zuliana, falconiana y la zona costera donde se incluye Miranda, Vargas y algunas áreas del Distrito Capital», dijo.
No obstante, precisó que el embalse de Camatagua, ubicado el estado Aragua, cuenta con reservas suficientes para más de 860 días para surtir a las poblaciones de esta entidad y de la Gran Caracas, Miranda y Guárico.
La capacidad de almacenamiento de esta cuenca es de 1.571 millones de metros cúbicos de agua, y actualmente se sitúa en 1.186 millones de metros cúbicos, lo que representa el 86%.
«En este problema deben estar unidos todos los venezolanos. El agua y la electricidad no tienen color partidista», expresó el ministro, al tiempo que aseguró que el Gobierno nacional no descarta aplicar un «bombardeo de nubes como medida para estimular la formación de precipitaciones». AVN