En la frontera sur, en Texas, el Gobierno lidia con el ingreso de decenas de miles de niños de países de Centroamérica que han entrado al país
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le dijo a los estadounidenses que acoger a los inmigrantes en el país es «central para nuestro modo de vida» en un apasionado alegato a favor de una nueva política.
«Tenemos que arreglar nuestro sistema de inmigración, que está fracturado, y aprobar una reforma de inmigración con sentido común», dijo Obama en una ceremonia en la Casa Blanca en el Día de la Independencia, en la que 25 personas nacidas en otros países recibieron la ciudadanía estadounidense por sus servicios en el ejército.
Obama está peleando en dos frentes en el debate de la inmigración.
Su iniciativa para que el Congreso apruebe una reforma integral este año fracasó cuando el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, le dijo que la cámara no realizaría la votación.
En la frontera sur, en Texas, el Gobierno lidia con el ingreso de decenas de miles de niños de países de Centroamérica que han entrado al país.
Los dos desafíos dejan a Obama en una posición difícil. Si bien ha prometido tomar medidas para facilitar que las personas indocumentadas permanezcan en el país, dice que la mayoría de los inmigrantes recientes serán devueltos a sus países.
Eso ha irritado a grupos defensores de los inmigrantes que apoyan a Obama.
Las declaraciones de Obama en el acto hicieron hincapié en que Estados Unidos sería una nación más débil sin los inmigrantes.
Obama viajará a Texas la semana próxima para participar en eventos de recaudación de fondos para los candidatos demócratas a las elecciones del Congreso de noviembre.
Agencias