Omar Ávila
Twitter: @omaravila2010
A propósito de la “Revisión y Reestructuración del gobierno” a la cual hizo mención el Presidente de la República, quiero referirme a puntos en los cuales hizo énfasis. El primero de ellos tiene que ver con el presupuesto de la Nación, ojalá que por primera vez en 15 años, hagan una evaluación económica acertada, ya que por un lado el gobierno no puede seguir gastando lo que no tiene; por lo tanto urge la reactivación de la producción nacional. No podemos continuar con una economía dependiente de las importaciones que nos ha llevado este año fiscal a que tengamos un déficit de mil millones de dólares mensuales y lo más grave aún, es que tampoco tenemos liquidez en las reservas internacionales, ni mucho menos garantía que ofrecer a la hora de solicitar un préstamo, ya que ni el oro que teníamos en un Banco en Inglaterra, ahora lo que queda de él, está en el propio BCV, sin saber con exactitud cuánto representa como valor de reserva.
Por otro lado, el pueblo no tiene capacidad de compra, sin embargo se sigue endeudando con los distintos mecanismos crediticios para sobrevivir. Lo más grave es que no tenemos salida a corto, ni a mediano plazo. Los venezolanos actualmente gastamos más de lo que tenemos, comprando productos de la cesta básica cuando aparecen en los mercados, adquiriendo lo que no necesitamos de inmediato, por temor a no conseguirlos después.
El segundo punto al que quiero referirme, tiene que ver con los ministerios y viceministerios. Estos han generado alta burocracia e ineficiencia. Por lo tanto es importante que se reduzca el número de gabinetes, que se nombren a personas preparadas y dejar a un lado el militarismo, el amiguismo revolucionario y el compromiso Castro-Comunista con un legado que los ha hecho un gobierno atípico, sin poder echarle la culpa al gobierno anterior, lo que lógicamente acabaría entre otras cosas, con ese fulano cuento de seguir con el “Legado de Chávez”.
Por último y no menos importante, quiero mencionar de manera conjunta los otros dos puntos, que desde mi óptica, son fundamentales y tienen que ver con los proyectos y metas que se ha planteado este gobierno, que más allá de destruir el aparato productivo, de insistir en un modelo económico equivocado y comprobadamente fracasado a lo largo de la historia, y al no cumplimiento en el desarrollo de obras que deberían estar listas desde hace años.
Los dos incumplimientos más emblemáticos del gobierno, han sido la no construcción de embalses, indispensables para el suficiente suministro de agua y la no realización de la inversión para el servicio eléctrico, que acaba de producir otro mega apagón a escala nacional, con todas las consecuencias del caso. Así de clara ha sido la irresponsabilidad de este régimen.
A todo lo antes expuesto, agrego la “honestidad máxima”, igualmente planteada en la lista de “Revisión” del Primer Mandatario. En especial quiero hacer mención a un caso viejo como las graves acusaciones hechas por Mario Silva, o como las recientes señaladas por Jorge Giordani y no puedo dejar de nombrar, por supuesto, un asunto colectivo que fue el mismo Maduro quien nos prometió presentarnos detalles de esas empresas de maletín que se llevaron los dólares de Cadivi.
La corrupción galopante, desmedida, se ha devorado las divisas del país, abonando a la crisis económica que nos afecta y que pagamos los venezolanos.