En 25 años que tienen los vecinos de este sector de Ocumare del Tuy, habitando el urbanismo, no cuentan con los servicios básicos necesarios para tener una vida en condiciones dignas, pues no tienen agua potable, el aseo urbano es precario y hay constantes apagones
En total desidia viven más de 500 familias en la comunidad El Placer de Marare de Ocumare del Tuy. Los vecinos no cuentan con los servicios básicos necesarios para tener una vida en condiciones dignas.
En más de 25 años que tienen las personas habitando esa populosa comunidad, no han conseguido el bienestar que les ofrecieron cuando les adjudicaron las viviendas. No tienen agua potable, el aseo urbano es precario, hay constantes apagones, entre otros males.
José Lobatón, residente del Placer de Marare, quien es uno de los fundadores, señaló que la mayoría de las calles están sin asfaltar, solo las vías principales tienen una capita asfáltica que ya está deteriorada. “La vialidad está demasiado precaria, llena de huecos, tenemos que hacer maromas para caminar, esquivando las troneras y los charcos, queremos que el alcalde visite esta comunidad y traiga la fiesta del asfalto que actualmente lleva a cabo en el centro del municipio, pues estamos cansados de tapar los huecos con tierra”, detalló.
Agregó que las redes de aguas servidas y de agua potable están colapsadas, ocasionando que la tanquilla principal se desborde cada vez que llueve.
Fallas en suministro
de agua potable
Los residentes de ese sector ocumareño también pasan vicisitudes para abastecerse de agua potable, han tenido que comprar el vital líquido a cisterneros privados, lo que les descuadra su presupuesto semanal.
“Tenemos un grave problema con el suministro, hemos pasado hasta casi dos meses sin que nos salga agua por las tuberías, el pasado lunes tuvimos que protestar para que nos mandaran cisternas de la alcaldía y la gente de Hidrocapital se comprometiera a reparar las averías”, acotó Lobatón.
Sin ayuda local
El vecino Antonio Martínez, vocero del Consejo Comunal El Placer, comentó que han recibido poca ayuda durante las dos gestiones del actual alcalde Julio César Marcano. “Solo hizo diez casas a través de la Misión Vivienda, pero para eso tuvo que destruir un estadio, mientras que en el mandatario predecesor José Gregorio Arvelo, nos construyó un módulo de salud, una cancha deportiva, se hicieron importantes reparaciones en la escuela y nos colocó las tuberías de aguas blancas”, aseguró el lugareño, quien pidió más asistencia del burgomaestre.
MIP-TUY / Milagro Castillo
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