El Gobierno estadounidense señaló hoy que pese a sus diferencias con Venezuela es “productivo” tener una presencia diplomática en ese país, tras el reciente anuncio del intercambio de encargado de negocios en las respectivas embajadas.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, señaló que “hay una serie de razones” por las que su país tiene presencia diplomática en otras naciones, “aún cuando no estamos de acuerdo en todos los temas”, reseñó Efe.
Estados Unidos ha destinado a Lee McClenny como nuevo encargado de negocios y Caracas ha enviado a su legación diplomática en Washington a Maximilien Sánchez Arveláiz, un año después de que ambos gobiernos ordenaran la expulsión de sus predecesores.
La portavoz señaló que el Gobierno venezolano ha tratado “repetidamente” durante los últimos dos meses de “desviar la atención de sus errores y los problemas de Venezuela hacia la relación bilateral”.
No obstante, señaló que desde el punto de vista estadounidense es “productivo tener presencia donde podamos”.
McClenny y Sánchez Arveláiz serán los representantes de mayor rango en las respectivas legaciones diplomáticas, ya que ambos países retiraron mutuamente a sus embajadores en 2010.
La portavoz minimizó el envío de un nuevo encargado de negocios y aseguró que “la llegada de Lee McClenny es parte de la rutina de rotación de personal”.
No obstante, el envío se produce después de que Caracas expulsara a la anterior encargada de negocios y a otros dos funcionarios estadounidenses, a los que acusó de sabotaje y de colaborar en desestabilizar el país, y Estados Unidos actuó con reciprocidad.
El país suramericano se ha enfrentado a una oleada de protestas que en ocasiones se volvieron violentas y, entre febrero y junio, dejaron 43 muertos, 873 heridos y más de 2.500 detenidos, de los cuales 174 permanecen arrestados, según la Fiscalía General venezolana.
Venezuela acusó entonces a EE.UU. de confabular con la oposición venezolana un conato de golpe de Estado, algo que el país norteamericano negó categóricamente y consideró un intento del presidente Nicolás Maduro de desviar la atención.