La Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV) informó que Lufthansa y Aerolíneas Argentinas, procederán a partir de agosto a reducir asientos y frecuencia de vuelos.
Estas empresas se suman a otras aerolíneas que desde inicios de 2014, han decidido aminorar sus operaciones en el país , con la doble finalidad de presionar al Gobierno a cancelar la deuda que mantiene con el sector y, de evitar que esos compromisos se abulten aún más, con la venta de boletos.
En el caso de Lufthansa, señala la ALAV, reducirá su frecuencia a partir del 3 de agosto, al pasar de 5 a 3 vuelos semanales, lo que significa una reducción del 40% de los asientos,
Aerolíneas Argentinas, anunció que a partir del 8 de agosto, aumenta su frecuencia. De 5 vuelos semanales Airbus A340-300 pasará a 1 vuelo diario a través de un Boeing 737-800, pero el número de asientos se contrae al pasar de 1.420 a 1.190.
Por su parte, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha prometido en varias ocasiones liberar las divisas acumuladas, pero la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) afirma que las aerolíneas que la integran tienen cerca de 4.000 millones de dólares represados que Venezuela no les han liquidado por la venta de boletos.
Los operadores internacionales han sido afectados por el control de cambio vigente en la nación petrolera desde hace 11 años, que les obliga a vender boletos en bolívares, dificultando convertirlos en divisas para su repatriación.
El Gobierno ha dicho que la suspensión de vuelos desde y hacia Venezuela no obedece a la multimillonaria deuda con las aerolíneas, sino a la desviación de rutas debido al Mundial de fútbol que se disputó en Brasil.
Los venezolanos encuentran cada vez más difícil comprar boletos para viajar al exterior y tienen que pasar horas frente a una pantalla de computador para lograr adquirirlos. Y, si tienen la suerte de conseguirlo, deben pagar el equivalente a un boleto a Europa para un trayecto dentro de Sudamérica.