El capitán de la selección de Alemania, Philipp Lahm, levantó la Copa del Mundo de fútbol delante de una multitud que fue a recibir al equipo a la Puerta de Brandeburgo, en el centro de Berlín, para festejar su cuarta corona mundial.
«Desde que era un niño soñé con esto», declaró Lahm, agradeciendo al público por su enorme apoyo.