Miguel Cabrera tenía prisa en irse rápido del Juego de Estrellas para aprovechar los dos días de descanso antes de la reanudación de la temporada regular.
Y la caña de pescar que cargaba consigo al salir del Target Field de Minneapolis denotaba cuáles eran sus planes.
«Me siento bien, me siento bien», dijo Cabrera. «Nos vemos en Detroit».
En su noveno Juego de Estrellas, el primera base venezolano de los Tigres sacudió un jonrón de dos carreras en la entrada inicial rumbo a la victoria 5-3 de su equipo de la Liga Americana ante la Liga Nacional. Fue el primer cuadrangular de Cabrera en un clásico de mitad de temporada.
El batazo sirvió para, en cierta forma, responder a las dudas sobre las condiciones físicas del ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en las últimas dos temporadas.
En la antesala al juego, la conversación sobre Cabrera giró en torno a una nota en el diario USA Today, en la que el inicialista expresó que «hay momentos en los que no me siento bien» y que «hay músculos que se están apretando».
Después de desaparecer sobre el muro del jardín izquierdo un sinker de Adam Wainwright, Cabrera no tuvo que hablar mucho. Su swing asumió el puesto de portavoz oficial.
«A cada rato bromea que es un bateador de dobles, pero en la segunda mitad cualquier cosa puede pasar», comentó el segunda base Ian Kinsler, uno de los cuatro Tigres en el juego. «Si entra en ritmo, ya todos lo saben, es uno de los bates más peligrosos que hay. Hoy lo confirmó, otra vez, ante la mirada de todos».
Cabrera se fue de 3-1. En sus ocho participaciones previas, había bateado dos hits en 12 turnos, con un doble y una impulsada.
La víctima fue el as de la rotación de los Cardenales, un derecho que recibió la asignatura de la apertura del juego tras una primera parte de la temporada en la que sólo toleró cuatro jonrones. El último se remonta al 30 de mayo.
Wainwright quedó asombrado por la habilidad de Cabrera para hacer contacto con un lanzamiento bajito. «Es un jugador de Nintendo… La bola le sacaba la cal blanca al plato. Nadie puede conectar limpiamente ese hit. Es un tremendo bateador», dijo.
Eric Núñez / AP