La encuestadora Hinterlaces reseñó a través de su portal web la reforma de Irán sobre el aumento de gasolina y de tarifas eléctricas sin generar conflictividad social en ese país.
Esto en consideración que desde hace más de 17 años no se realiza un ajuste de estos servicios en Venezuela.
- ¿En qué consistió la reforma?
Irán comenzó a vender la gasolina a precios subsidiados, al ofrecerle a su población una tarjeta electrónica con la que se registraba su consumo mensual, con una cuota de hasta 120 litros (entre tres y cuatro tanques) de gasolina al mes.
La subida de precios y tarifas energéticas se mercadearon como una medida que sustituiría un subsidio que promovía el despilfarro de energía y la inequidad económica, por otro que llegaría a todos los iraníes en iguales cantidades.
Se produjeron cuentas bancarias familiares para transferir 50% de los nuevos ingresos al 80% de la población (61 millones de personas) como mecanismo de compensación ante la subida de precios y tarifas.
El 50% restante se destinaría, en un principio, a la reconversión para la eficiencia energética del aparato productivo y del sector público en todos sus niveles.
El Gobierno transfirió los recursos a todas las cuentas, manteniéndolos bloqueados hasta que no se subieran los precios de la energía.
- Consecuencias del subsidio de gasolina
En Irán se llegó a importar 60% de la gasolina para cubrir la excesiva demanda interna, que a su vez sostenía ventas ilegales de combustible, daños al ambiente, graves problemas de tráfico en las zonas urbanas junto a un derroche industrial y residencial de la energía.
Estas reformas iniciaron en diciembre de 2010 con el entonces presidente Mahmud Ahmadinejad, quien se dirigió a su país para anunciar el inicio del “mayor plan de reformas económicas en los últimos 50 años”, con la idea central de acabar, en un plazo de cinco años, con la mayoría de los subsidios que tenía ese país y que generaban un gran sacrificio fiscal.
Fuente: Globovisión