No existe ley ni resolución que los detenga, hay motorizados que siguen haciendo de las suyas. La madrugada de este sábado, balearon a un joven que supuestamente los chocó”
Robert Manuel Beckles Morán, de 23 años, iba en su camioneta acompañado por su novia cuando una pareja de motorizados lo interceptó y, con amenazas, le pidió bajar el vidrio del conductor. Al ver que cinco motos rodeaban su vehículo, el joven accedió al llamado y el conductor de una de las motos comenzó a reclamarle que lo había chocado. Robert intentó solventar el problema: cuando les dijo que si él los había chocado se haría responsable de los gatos, le dispararon.
Cuatro heridas de bala, una de ellas en el costado izquierdo y otra en el cuello, lo dejaron agonizando dentro del carro. Su acompañante lo arrimó al asiento del acompañante y condujo su camioneta gris en búsqueda de ayuda. Desde las inmediaciones del Trébol manejó hasta el Hospital Américo Babó de Ferrominera. El personal de guardia del centro de salud le dio los primeros auxilios y posteriormente lo remitieron al Hospital Uyapar, donde murió.
“Soportó casi 45 minutos (…) estaba vivo, le habló a la muchacha que lo acompañaba, ella le pidió que aguantara (…) pero en el Uyapar no tenían nada con qué curarlo, ahí murió. En este país somos víctimas del hampa y si no morimos al momento, morimos en los hospitales donde no hay nada para salvar vidas”, reclamó una hermana del fallecido mientras esperaban frente al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y criminalísticas (Cicpc) la entrega del cadáver, que será trasladado a Caracas, donde vive el resto de la familia de la víctima.
Desde hace aproximadamente un año, Robert Manuel se había mudado a Puerto Ordaz para continuar el Servicio Militar. Vivía con sus tíos y abuela en el Campo A2 de Ferrominera, en Puerto Ordaz.
La noche del viernes el joven salió de su casa a compartir con unos vecinos. Aproximadamente a la 1:30 de la madrugada salió a comprar unas cervezas y cigarrillos en un local clandestino que vende licor en el Centro Cívico y cuando iba de regreso a la reunión, fue atacado por los motorizados.
Repudio al sistema judicial
Frank Beckles lamentó el asesinato de su único hijo e indicó sentir asco y a la vez pánico por la situación de inseguridad en el país.
“Al Estado se le fue de las manos la seguridad de este país, no lo digo hoy por el dolor que siento, es algo que vengo diciendo desde hace mucho tiempo por las cosas que vemos diariamente (…). La impunidad está acabando con los venezolanos y a su vez está generando que se alargue la lista de asesinos y de delincuentes”, fustigó.
Beckles hizo un llamado a los representantes de la seguridad para que “no solo hablen y hablen, tienen que dar mayor vigilancia y patrullaje, no solo en las noches, es a toda hora, los delincuentes trabajan a toda hora (…) y en cualquier lugar”, destacó el papá de Robert.
“¿Dónde está el estudio de los funcionarios del Ministerio Público y los jueces? ¿Por qué cada vez que se captura a un delincuente debemos esperar unos días o quizás horas para volverlos a ver en la calle? Me llamarán genocida, pero en Venezuela deben hacer una reconstrucción del Código Procesal Penal, que se incluyan penas de muerte para el que mata, tienen que hacer que la gente coja miedo, que sepa que si matan también se van a morir, ya basta, basta (…), aquí nadie puede hacer nada, salir a ningún lado porque en cualquier lugar lo pueden matar”, apuntó.
Terror a los motorizados
Este viernes, durante el balance del plan Patria Segura, el comandante del CORE 8, general Luis Arrayago, reiteró que las motos “son el medio más utilizado por los delincuentes una vez que cometen sus delitos”, la misma hipótesis la sostienen otros representantes encargados de la seguridad, como el subdirector del Cicpc Douglas Rico, quien hace unos meses informó que en el “80 por ciento de robos, secuestros y homicidios, siempre hay una moto involucrada”.
En mayo, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, en referencia a los casos de homicidios, afirmó que “los estudios de homicidio señalan que cerca de 70 por ciento de los índices delictivos ocurren utilizando la moto como medio para la fuga y garantizar la impunidad”.
Resolución a medio camino
El viernes el alcalde del municipio Caroní, José Ramón López, y el comandante del CORE 8, general Luis Arrayago, indicaron que iniciarían un plan para retomar y hacer cumplir el decreto municipal -005/2014- que regula la circulación de personas en motocicletas hasta las 8:00 de la noche, sin embargo las primeras labores no dieron resultados positivos, motorizados, fuera del horario permitido, dieron muerte a un joven.
A pesar del decreto, aprobado el pasado 17 de enero, a cualquier hora del día y la noche de observan motorizados en cualquier parte de la ciudad.
Agencias