El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, denunció este miércoles la existencia de mafias sindicales en la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor) en el estado Bolívar, que afectan la productividad de la empresa estatal, como parte de un plan de desestabilización del país.
En rueda de prensa ofrecida desde la entidad del sur del territorio, Cabello advirtió que esos grupos, que presionan la negociación de un contrato colectivo con la paralización de la empresa y cierre de calles, colocan condiciones «incumplibles» y convierten cada cláusula de la convención en un conflicto.
«Ellos no quieren a la empresa trabajando, en desmedro de miles de trabajadores que sí quieren trabajar», indicó.
Afirmó que «no se puede negociar un contrato colectivo que la empresa no sea capaz ni de producir, no tiene sentido», y resaltó que desde octubre pasado hasta ahora la Siderúrgica sólo ha trabajado 90 días, debido a la acción de esos grupos irregulares.
Cabello comentó que entre las exigencias insólitas de esas «mafias» están 800.000 bolívares por cada trabajador para la firma del contrato y hasta 12 millones de dólares para compra de juguetes.
Detalló que de los casi 14.000 trabajadores de Sidor, hay 2.000 personas en comisión de servicio a la orden de los sindicatos, que en realidad no trabajan pero que reciben un sueldo equivalente al del último mes que laboraron, que se caracteriza por incluir una gran cantidad de horas extras. Le cuestan al Estado cerca de 1.400 millones de bolívares al año.
«Esa figura no existe en ninguna parte de Venezuela, en ningún sindicato. Es una aberración. Son esos 2.000 que están en la autodenominada comisión de servicio los que están al frente para trancar vías y atentar contra todo el pueblo de Guayana», alertó.
«Nosotros sabemos que la gran mayoría de los trabajadores está en contra de lo que ocurre», dijo y rechazó que esos grupos se denominen como psuvistas o revolucionarios.
«Es una actitud contrarrevolucionaria porque es contra el país, pues mientras Sidor está parada se disminuye la meta de vivienda porque no hay cabillas. Eso afecta al pueblo. Eso no es revolucionario, y tenemos que criticarlo».
AVN