Me dirijo a la Academia de la Historia, con todo respeto, para que por favor designe una comisión (al Celarg) e investigue el origen de tal menosprecio hacia ese hombre que entregó su vida y fortuna en aras de librar a Venezuela del yugo español
Nunca me imaginé que en el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), una Fundación del Estado venezolano tutelada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, que pertenece a la Plataforma del Libro, Pensamiento y Patrimonio Documental y que fue creado el 30 de julio de 1974, mediante acuerdo emitido por la presidenta del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes, Lucila Velázquez y que nace por decreto y creció por el empeño puesto de la Comisión Organizadora integrada por un valioso equipo de intelectuales pueda permitir que en su seno se exhiba un mural que irrespeta la excelsa figura de nuestro Libertador Simón Bolívar, haciéndolo aparecer con lentes de sol y un tapa boca de guerrillero vistiendo su uniforme de militar en dos imágenes distintas.
Creemos que la excelsa figura de nuestros próceres deben ser respetada en cualquier circunstancia, aunque eso que hicieron en el primer piso frente de la sala 1 y la sala 2 del Celarg se le quiera llamar el arte relista actual, nos preguntamos: ¿Qué pasaría si algunos de los artistas modernos pintara la figura en forma absurda de algún personaje del actual régimen y lo exhibiera en un ente del Gobierno? ¿Será que las autoridades de nuestra cultura no entiendan los que es cultura y lo que es un irrespeto a una figura de tanta significación para el mundo como lo es Simón Bolívar? o podríamos pensar que las actuales autoridades que rigen el Celarg no saben lo que está sucediendo en su recinto, y aun siendo más mal pensados, podríamos creer que lo hacen con un propósito muy sórdido de desconocer lo que representa el Padre de la Patria para los venezolanos amantes de la libertad y la democracia.
Me dirijo a la Academia de la Historia, con todo respeto, para que por favor designe una comisión e investigue el origen de tal menosprecio hacia ese hombre que entregó su vida y fortuna en aras de librar a Venezuela del yugo español y que siempre fue un defensor de los principios de justicia y equidad que quedaron claro cuando nos manifestó: Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”, un ser humano lleno de luz y gloria por la misma historia que lo consagró a consecuencia de sus actos en la vida en defensa de su pueblo y creemos, sin lugar a duda, que se debería pedir la destitución de la directiva del Celarg, por ser corresponsable de tal infamia y la del Ministro del Poder Popular para la Cultura por ser un cómplice por omisión.
No queremos ser más papistas que el papa, pero sí deseamos mostrar nuestra sensibilidad bolivariana y reconocer en Simón Bolívar nuestro único Libertador, y sobre todo, reconocerlo como el hombre más preclaro de América y uno de los hombres de mayor empuje histórico del mundo. Igualmente, deseo recordarle a aquellos que usan el arte como su medio de vida -y que por lo tanto debieron aprender el oficio-, que piensen bien lo que es arte o lo que es un irrespeto hacia cualquier personaje histórico, vivo o no, ya que solo el paso de tiempo será el juez de su comportamiento y no los lienzos, la dramaturgia y mucho menos los murales los señalados a emitir esos juicios histórico y más aún cuando sean cosas absurdas para mostrarla a un determinado público. Son los historiadores los que pueden hablar y decir y de ellos, aunque tengas una visión equivocada de sus hechos, ya que para hacerlo debieron haber investigado sobre sus vidas hazañas gustos etc., teniendo la oportunidad el que no comparta sus ideas de combatírselas con argumentos que van mucho más lejos que un mural o en este caso un dibujo en la pared sin óptica ni razón.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com