Cinco criminales cometieron la emboscada contra los cuatro funcionarios del Cicpc, de la subdelegación Ciudad Ojeda, la noche del martes en la carretera Lara- Zulia. Desde un carro solicitado por robo abrieron fuego, con armas automáticas, contra los dos comisarios y dos detectives, dejándolos heridos, informó el jefe de la policía científica en el Zulia, Carlos Sifontes, en rueda de prensa.
Según la reconstrucción de los hechos, aportada por Sifontes, los delincuentes persiguieron por toda la Lara Zulia (venían de Ojeda a Maracaibo) al vehículo Mazda 626, azul, en el que se desplazaban Danilo Alberto Colmenares Aguilar, supervisor de investigaciones de la subdelegación Ciudad Ojeda; Juan Carlos Burgos, jefe de investigaciones, y los detectives Andry Alvarado y Dayana Mendoza. Al pasar por el sector San Benito (entrada de Cabimas) iniciaron el ataque.
Los cinco hampones iban en un Volkswagen Jetta, placa VC647N, solicitado por la subdelegación Maracaibo del Cicpc por el delito de robo, de fecha 20 de julio de 2014 (el pasado domingo). “Pasaron por el canal rápido a los efectivos y los impactaron varias veces por la parte del piloto, para que perdieran el control”, declaró el comisario jefe.
Los delincuentes sacaron las armas automáticas, al parecer, 9 milímetros, por las ventanas izquierdas del carro y tirotearon a los funcionarios.El vehículo en el que se desplazaban los cicpc, conducido por Colmenares, se salió de la carretera y se estrelló en una cuneta.
“Los hampones también perdieron el control y se accidentaron. Dejaron el carro abandonado y huyeron por el monte de las fincas cercanas al lugar”, indicó Sifontes.
Los cuatro funcionarios quedaron heridos dentro del carro. La detective Mendoza, quien recibió un balazo en la pierna izquierda, salió del auto y tomó su teléfono celular para pedir auxilio a sus compañeros de labores.
El director del Cicpc en el Zulia aseguró que los funcionarios no pudieron defenderse en la emboscada. “Los atacaron de sorpresa”, dijo.Los investigadores estiman que diez minutos habría durado el ataque; desde la persecución hasta que iniciaron el tiroteo.
Las primeras pesquisas apuntan a que el atentado se trate de una venganza contra los efectivos. “Posiblemente los funcionarios estaban realizando investigaciones contra alguna banda delictiva y éstas pudieron haber emprendido algún tipo de represalia contra ellos”, aseveró Sifontes, quien dijo que un equipo multidisciplinario realiza labores de campo con equipos tecnológicos en la zona donde ocurrió el hecho.
Los funcionarios fueron atacados cuando retornaban a sus casas. El vehículo quedó destrozado; fue remolcado y llevado a la sede del Cicpc, para las experticias y recabar evidencias de interes criminalísticas.
Los dos comisarios y la detective fueron llevados a un centro asistencial de la COL; todos están fuera de peligro. Colmenares fue impactado por dos balazos y Burgos por tres; uno de ellos se le alojó en la columna, fue sometido a una intervención quirúrgica.
Alvarado fue el más afectado en el ataque. Su cuerpo recibió seis proyectiles. Por su estado grave de salud fue trasladado a un hospital de Maracaibo. Según el informe médico, una de las balas le fracturó el brazo izquierdo. Está internado en la UCI.
Con información del diario Panorama