El ministro de Turismo, Andrés Izarra, estimó hoy una caída del 7% en el volumen de viajes de venezolanos al exterior este año, debido a la corrección en los controles para el acceso a divisas que otorga el Gobierno en el marco del control cambiario que rige en el país petrolero.
«Nosotros estimamos una caída de más o menos un 7% (…) de personas viajando al exterior, obviamente la política de corregir lo que era el subsidio que se le otorgaba antes a los viajeros al exterior ha incidido», aseguró Izarra durante una rueda de prensa.
Como resultado de los controles en la asignación de divisas, el ministro aseguró que son cada vez menos los venezolanos «que se valen de este subsidio para viajar al exterior y están cambiando su hábito por viajar por Venezuela».
Con estos números Venezuela espera también un crecimiento de la actividad turística del 20% y un aumento de «casi dos puntos» en el turismo receptivo con relación al año pasado, para alcanzar un total de 7.028.000 turistas «de acuerdo con nuestras proyecciones», estimó.
«En términos económicos esto significa una crecimiento de alrededor del 44-45% de ingresos que van a tener nuestros prestadores de servicio y nuestra industria turística», agregó.
En Venezuela rige un control de cambio que deja en manos del Estado el monopolio de la compraventa y administración de divisas y que trabaja con tres precios distintos que para el turismo pasó a principios de año de 6,3 a alrededor de 10 bolívares.
Los venezolanos antes de viajar deben consignar ante los organismos competentes una larga lista de requisitos para obtener la autorización y asignación de un monto de divisas que en ningún caso superará los 3.000 dólares al año.
Asimismo, al regresar a Venezuela deben realizar una declaración jurada en la que detallen los gastos realizados en el país de destino.
El Gobierno calcula que el monto que anualmente se gastan los venezolanos en el exterior con tarjetas (donde se deposita el dinero para los viajeros) supera los 5.000 millones de dólares.
Venezuela atraviesa, además, una situación complicada en sus conexiones aéreas con el exterior por el impago por concepto de liquidación de dólares por las ventas en bolívares en el país de las compañías aéreas durante 2013 y 2014, calculada en alrededor de 3.500 millones de dólares.
El Gobierno sostuvo esta semana que no tienen ninguna deuda con el sector.