El gobierno no tiene otra salida que aumentar el precio de la gasolina. Una decisión difícil que sin duda elevará los índices inflacionarios y podría despertar al monstruo dormido por década y media
Luego de muchas vueltas, razonamientos y cálculos políticos, llega para el gobierno la hora de tomar una decisión que ha venido eludiendo durante mucho tiempo: el aumento del precio de la gasolina.
La situación fiscal del país con su voluminosa deuda no tiene otra escapatoria que castigar el bolsillo de los venezolanos con nuevos impuestos, y el aumento del precio de la gasolina es la única alternativa que queda para hacer caja frente a la monoproductividad petrolera que afortunadamente nos cobija.
El tema siempre ha sido un tabú para el gobierno. Cuando Pérez II lo intentó, «ipso facto» se incendió el país con todo y que había ganado las elecciones con un altísimo margen de popularidad y aún disfrutaba de su luna de miel con el pueblo.
Ahora le toca a Maduro tomar la decisión que no tiene vuelta atrás.
“Allí está el detalle”
A su favor tiene el hecho de que durante un año, proponiéndoselo o no, se ha abierto una especie de referéndum informal que ha determinado, incluyendo a los adversarios del gobierno, que los precios de la gasolina son irrisorios y que en consecuencia las propinas terminan siendo más elevadas que un tanque completo del combustible. Algo similar, salvando las distancias, a lo ocurrido con los precios de los estacionamientos.
Hoy, Venezuela con un barril de petróleo rondando los cien dólares no tiene obras de infraestructura de importancia ni vías de comunicación óptimas, en cambio exhibe un variado portafolio de populismo y demagogia, más las regalías para comprar conciencias con la espada de Bolívar que camina por América Latina, pero llega el momento de que la gente de todos los sectores reclame mejoras, por eso no hay ningún motivo para pensar que un incremento del combustible no generará un estado de zozobra entre la población.
No solo porque afecta el bolsillo de los venezolanos, sino por las reacciones que podría haber ante este nuevo estrangulamiento.
Allí está el detalle, como dijo el célebre Mario Moreno «Cantinflas».
En el pasado el gobierno ha probado con otras acciones impopulares y pudo salir airoso. El solo hecho de sobrevivir ante la escasez y la carestía de alimentos son indicadores importantes, pero nunca se había probado con el gas inflamable que significa subir de precio la gasolina.
El transporte: Primer
eslabón de la cadena
El primer sector que va a ser impactado con un aumento del combustible va a ser el transporte. Es imposible que el pasaje no se incremente ni el precio de los alimentos. Poco servirán los anuncios de subsidios y a las amenazas, pues lo que cuesta hoy cinco bolívares tendrá necesariamente que pasar a costar diez, más el ingrediente especulativo que nunca pasa de moda.
Este nuevo tropiezo se sumará a la escasez y a la inflación y frente a ese escenario no es fácil para Maduro ni para nadie.
Por eso se trata de una decisión delicada con muchos factores de riesgo, golpeando directamente a las clases populares que viven supeditadas y anuladas por las dádivas del gobierno.
El gobierno también se va a cuidar de que la oposición no logre capitalizar cualquier descontento con el tema de la gasolina, pero ante una manifestación espontánea no habrá antimotines ni parcialidades políticas que valgan.
Por eso las élites boliburgueses enquistadas en el gobierno, los nuevos amos del Valle, deben de vez en cuando mirar hacia abajo
Y no es tiempo para echarle la culpa a terceros ni a conspiraciones internas y externas.
Que cada quien asuma su barranco.
ARENA Y CAL
*** SON VARIOS los personajes vinculados al gobierno que han aceptado cooperar con las autoridades americanas para buscar refugio en el imperio buscando salvar su pellejo ante cualquier eventualidad. En la lista figuran militares y funcionarios de rango medio.
*** SIN PASAPORTE. Al alcalde mayor de Caracas Antonio Ledezma se le venció el pasaporte y está en trámites para renovarlo. Los retrasos en la emisión del documento comienzan a preocupar a mucha gente. Se desconocen los motivos, pero hay especulaciones de todo tipo. Por ahora al burgomaestre lo tiene atado a un árbol.
*** UN NUEVO DIA. María José Estrella es una figura versátil. Como cantante es excelente y como moderadora de radio también. Pueden oírla diariamente en Estilo 102.5 FM con audiencia en los valles de Guarenas y Guatire.
*** RUSIA. Hay tensión entre Rusia y Estados Unidos. Putin ha comenzado a enseñar el brazo ante el bloqueo americano en represalia por su actuación en Crimea. El primer detalle impedir que entren productos gringos y de la Unión Europea a su país.
*** POR LO PRONTO, Putin hace mercado en latinoamericana y curiosamente el único país que no tiene nada que exportar, aparte del petróleo, es Venezuela, los demás, como repúblicas bananeras al fin, venden aunque sea cambures.
*** SANTOS. El reelecto presidente colombiano juró para un segundo mandato con muchas cosas que aclarar con el tema de la guerrilla, sin embargo sectores conservadores consideran que con toda seguridad su actitud hacia Venezuela va a cambiar.
*** ABRAZO. Qué mal cayó el abrazo de Henrique Capriles con Vielma Mora en Táchira. Tremendo tributo para el valeroso pueblo andino y en especial para los mártires que dejaron sus vidas por defender la democracia. Allí es donde están los lunares de una oposición blandengue que sonríe con sus victimarios. Mientras tengamos aliento y tribuna, lo vamos a decir.
*** EL GOBIERNO parece una federación de grupos. La majestad presidencial ha quedado supeditada a las tendencias. Nadie le toca la parcela al otro y la libertad de pensamiento interna está absolutamente subordinada a los negocios. Las remociones pasan necesariamente porque nadie le pise la manguera al otro, de allí tanta indiferencia e ineficiencia.
*** LOS ARGENTINOS llevaron el caso de los fondos buitres al Tribunal Penal de La Haya. Semejante mamarrachada solo se le ocurre a un maula que pretende manipular a la opinión pública. Desconocen que esa instancia está reservada para muchos de sus aliados que tarde o temprano se sentarán en el banquillo de Milosevic.