*Las matanzas y expulsiones «ofenden gravemente a Dios y a la humanidad»
Comentando con dolor las noticias «increíbles y abrumadoras que llegan de Irak», el Papa hizo presente la tragedia de millares de personas, entre los que hay numerosos cristianos, expulsadas brutalmente de sus casas, niños que mueren de sed y de hambre durante la fuga, mujeres secuestradas, personas masacradas, violencia de todo tipo…».
El Santo Padre mencionó también la destrucción por todas partes, destrucción de casas, destrucción del patrimonio religioso, histórico y cultural…». Con gran fuerza afirmó que «¡Todo esto ofende gravemente a Dios y ofende a la humanidad! ¡No se extiende el odio en nombre de Dios! ¡No se hace la guerra en nombre de Dios!».
El Papa dio las gracias «a quienes están llevando, con valentía, ayuda a estos hermanos y hermanas», y pidió una solución política a nivel internacional y local para «parar estos crímenes».
Ante unos treinta mil peregrinos que acudieron al rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro a pesar del calor, el Papa anunció que había nombrado «enviado personal» suyo al cardenal Fernando Filoni, «que mañana sale de Roma».
Respecto a Gaza, el Santo Padre lamentó que «después de la tregua, se haya reanudado una guerra que siega víctimas inocentes, incluidos niños, y que sólo sirve para empeorar el conflicto entre israelíes y palestinos».
Después de rezar con los fieles por la paz en las dos zonas de guerra en Medio Oriente, el Papa invitó a rezar también «por las victimas del virus Ébola y todas las personas que están luchando por pararlo.
Via 20minutos.