Los negociadores del Gobierno de Colombia y de las FARC dejaron hoy patentes sus discrepancias sobre el modelo de Estado y de sistema económico tras constituir en Oslo la mesa de diálogo para la paz que empezará a negociar en La Habana el 15 de noviembre.
El jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «Iván Márquez», alias de Luciano Marín Arango, dijo que «la paz no significa el silencio de los fusiles, sino que abarca transformar la estructura del Estado y las estructuras económicas», y añadió que con esa política seguirán la violencia y el conflicto, independientemente de la lucha armada.
Durante su intervención en el acto de constitución de la mesa de diálogo en Hurdal, a las afueras de Oslo, advirtió contra una «paz exprés», y criticó con dureza la política económica del Gobierno.
Buena parte de la intervención del jefe guerrillero se centró en criticar la reforma agraria del Gobierno, los «beneficios» a las trasnacionales, los tratados de libre comercio, el Plan Colombia y la «corrupción». Además, los negociadores de las FARC leyeron en su comparecencia el preámbulo del acuerdo de La Habana donde se alude al desarrollo económico y social para justificar que sí se pueden discutir esos temas.
Por su parte, el principal negociador por parte del Gobierno, Humberto de la Calle, resaltó que el modelo económico o la inversión extranjera no están en la agenda, que se ceñirá a los cinco temas acordados en La Habana: desarrollo rural, garantizar la oposición política, fin del conflicto armado, la solución al narcotráfico y derechos de las víctimas.
«Si las conversaciones no avanzan, el Gobierno no será rehén de este proceso», advirtió De la Calle, quien informó de que su delegación volará mañana a Colombia.
Durante su intervención, el exvicepresidente De la Calle invitó a las FARC a realizar un «esfuerzo mutuo» para acabar con el conflicto. Asimismo, elogió la manera «rigurosa» en que la guerrilla y el Gobierno han mantenido sus compromisos en la primera parte del proceso de paz, a pesar de las «complejidades logísticas».
También resaltó la necesidad de alcanzar acuerdos «eficaces» y llamó al «respeto» y la «discreción», lo que no implica que la opinión pública sea mantenida al margen. De la Calle mostró su deseo de que las FARC puedan exponer sus ideas sin armas y puso de ejemplo otros movimientos de izquierda en América Latina que han logrado el poder en las urnas.
«Iván Márquez», mientras tanto, dijo en su intervención de media hora, el doble que la del representante del Gobierno, afirmó que la guerrilla acude «con un sueño colectivo de paz y con un ramo de olivo en nuestras manos». El objetivo de la guerrilla, agregó, es «buscar la paz con justicia social por medio del diálogo», con el pueblo colombiano como protagonista.
Estas declaraciones se produjeron tras anunciar las autoridades noruegas y cubanas hoy la constitución de la mesa de diálogo para la paz, que luego se trasladará a La Habana.
Las partes acordaron celebrar un nuevo encuentro preparatorio en la capital cubana el 5 de noviembre, que precederá al inicio del diálogo el 15 de noviembre cuyo primer tema será el desarrollo agrario integral, según comunicó Abel García, representante de las autoridades de Cuba, que con Noruega es facilitadora del proceso. EFE